domingo, 28 de diciembre de 2008

Navidad sin panetón

Esta Navidad, por motivos que ya no pude controlar, tuve que pasar - nuevamente - las fiestas lejos de mi familia. Me dolió mucho, especialmente porque el año pasado ha sido la primera vez que me sucedió y este año, por mas que traté, simplemente, no se dió. Ésto, me dió la oportunidad de reflexionar de lo que hace nuestra navidad peruana tan especial y sobre lo que verdaderamente, no extrañaré mucho.

Digamos, que nunca fui muy fanática del panetón. Digamos que tampoco soy muy fanática del chocolate caliente. Pero lo del chocolate es más por obligación que por gusto. Siendo alérgica, como que me acostumbré a que no me guste. Además...¿Quién toma chocolate caliente en pleno verano?



Nunca me puse a pensar, cuando era niña, en que no en todos los países del planeta, la navidad cae a principios del verano, cosa que sí sucede en el Perú. Claro, que con la tele y todas las gringadas que nos caen en la televisión nacional, una se da cuenta con los años, que la navidad, blanca navidad es más promocionada que una navidad en la playa o un Papá Noel con shorts. No hay nieve, y lo más probable, es que el 26 una se vaya a la playa con los amigos a quedarse sentado en la casa sin hacer nada. Alguna vez, en uno de esos grandes viajes familiares, experimenté nieve y navidad al mismo tiempo. El frío imposible y las grandes tradiciones del hemisferio norte que tanto nos bombardean los medios.


El pavo sabe igual en todas partes, claro que en mi casa mi papá lo adereza con puros condimentos peruanos, que en estos lares británicos no son tan facil de conseguir. Unos toques de pisco también ayudan. No hay puré de camote, sino colecitas de bruselas. No hay ensaladas de papa o rusa, sino papas al horno. No hay salsa de manzana, sino salsa de arándanos. No hay panetón, sino el pudding navideño, acompañado con una salsa de brandy. No hay árbol de navidad de plástico color pino, sino un pino verdadero. El olor es riquísimo. Infaltables los crackers, antes de cenar. Mini piñatas con sorpresita adentro. Tal vez las cosas cambian según la familia, como en mi país.


La cena no es el 24 por la noche, para recibir el 25. Se cena el 25, claro, que en la mañana se abren los regalos. Los peruanos celebramos todo en una misma noche. Digo, para que esperar... ¿verdad? Todo de sopetón: Cena + regalos. Con fuegos artificales y cohetones al dar la medianoche. Me imagino que acá, dependiendo de la religión, también se coloca un nacimiento. Pues yo me traje uno bien peruanito, para poner a mi niño a las 12 y empezar mi nueva tradición nacimientera.





Seré honesta. Extrañé la idea de ver el panetón en la mesa. Esa será siempre mi referencia navideña. Es extraño no escuchar los cohetes a la medianoche, pero creo que acá el tema seguridad ciudadana esta mejor controlado o tal vez son menos entusiastas que nosotros. A ver si me animo y empiezo a dispersar nuestras tradiciones. Tal vez se animen y vendan aunque sea chispistas mariposa para celebrar.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

HELADEEEROOOO...


Cuando era chica, y estaba de vacaciones, mi hermana y yo esperábamos con ansia el sonido de la corneta característica del heladero. A veces se nos pasaba, porque claro, no es que vayan muy lento que digamos. Así que habia que gritar hasta el final de la calle... "¡HELADEROOOOOO!"

Nosotros siempre pedíamos casi siempre lo mismo. Alguna vez me acuerdo que me pedi un "buen humor"... extraordinario. Claro, todo esto antes que se descubriera que era alérgica hasta del aire. Mi favorito siempre fue la copa "copacabana", como dice la cancioncita. Era de vainilla y lúcuma, bastante inocuo para mis "maladies"... Mi mamá, "copa esmeralda", obvio, con maní y chocolate de sombrerito. Mi papá, "bombones"... hasta ahora. Mi hermana, bueno, creo que a ella siempre le gusto comer el "sandwich"...ese que tenía galleta de chocolate. Bien chocolatosos en mi familia...

D'onofrio. Apellido extranjero, pero peruanazo. Carretillas amarillas. Heladeros de todo calibre. Los de siempre, los del barrio, los de paso... es mas...alguna vez me aluciné teniendo una cornetita de esas...lo único que alcanzé a tener, fue una corneta mas parecida a la de los panaderos en mi bicicleta traspasada de hermana mayor (con sticker de cactus en desierto californiano en el costado).

Qué rico el verano con un heladito de carretilla, como quien no quiere la cosa, saliendo de tu casa, camino a donde sea, un heladito. De a china, de a luca, lo que sea.

Aprovechando mi corta estadía en Lima, me compre un "donito". En una esquina sanisidrina, al medio día...esa lúcuma D'onofrio incomparable, me regresó a mis días del "copacabana", que ahora se llama "kopakbana", o algo así. Es más, o yo he crecido, o es que acaso ¿no eran mas grandes?

Aparte que me gané con los fuegos artificiales de este año...


El BOOM del verano.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Graffitis colegiales

Eran como la una de la tarde, tal vez una y media. La avenida estaba repleta de chibolos, y chibolas por supuesto. Hora de la salida. Un tráfico, espeluznante, porque encima, resulta que como se les da la gana de caminar por la pista, hay que manejar despacito, porque después el que tiene la culpa...¡es uno!

Parezco vieja. Tal vez ya lo sea.

Me bajé del micro con cuidado, porque la verdad...ni bien pones el borde de la punta de la sandalia en la calle, ya estan avanzando de nuevo. Así que me hago la lentita y bajo con toda la pachocha del mundo. Alguna vez ya me pasó que por bajar rapido, me saqué la mugre. ¡Así que no más!


Al frente mío, había una casa de un color blanco impecable, y tres loquitas del colegio de mas allá, escribiendo con plumón en la pared. Simplemente las miré y pensé que era una locura y obvio, que pésima educación, jajajaja...Claro, hay que ver, que ya estoy por los treinta. Hay ciertas cosas que ya empiezan a causarme indignación...

Una de ellas se volteó justo cuando las estaba mirando, y les pasó la voz a sus amigas. Se quedaron petrificadas. Cual habría sido mi cara, que se empezaron a disculpar. Les dije ¿Cómo se les ocurre ir escibiendo por las paredes?. Me empezaron a entremezclar sus disculpas y sus historias y que bueno...:


"No se preocupe, señora, lo vamos a arreglar."

Señora.

Me agarro una vergüenza... la verdad yo muy rara vez, me atrevo a producir palabra (soy irremediablemente tímida), además en algún momento u otro, los dueños las iban a encontrar con la travesura; y por último... ¡SEÑORA! Tuve, un momento de risa interior, luego otro de arrepentimiento por metiche y un último de comprensión de cuan vieja me estoy viendo mientras camino por la calle.

Caminando ya hacia mi casa, no pude más de la risa. Es que francamente, los años, no pasan en vano. Tal vez en otra oportunidad, me sienta con el derecho de empezar a reclamar por la calle, con mi bastón, lo mal educados que son los jóvenes.

Todavía tengo tiempo de seguir perfeccionando mi mirada de vieja loca, reclamona y quejumbrosa. Supongo que para ese entonces, no me va a resultar tan chistoso.

domingo, 12 de octubre de 2008

La bodega de la esquina

En todo barrio, existe la bodega de la esquina. En mi caso, siempre hubieron dos, dependiendo si quería ir para la izquierda o para la derecha. Hoy, porque la que era la de la derecha ya casi dejó de ser, me voy para la de la izquierda.

Hacia la izquierda, queda una que es mitad tienda de cosas del hogar (es como la recuerdo), mitad barcito de barrio. Creo que eso es lo que la hace más interesante todavía. Llegar, con tu inocente infancia encima tuyo, y querer comprar un paquete de coronitas con tu hermana, y departir un momento con los parroquianos. Lo cual era bastante simpático, valgan verdades. Todos muy honestos, muy bien puestos, muy barranquinos. Venden los mejores chifles del planeta. Aunque esto fue tema de discusión cuando probé los chifles de la carretilla en frente del Cine Pacífico. Así no se vale pues...

Tor-tees, inca kolas, coca colas, halls, chupetes, violetas, aceite, chocolates, lamparín, velas para apagón ochentero, jamón y queso para la lonchera, y ese olor... ese olor a bodega vieja, con estantes de madera espectacular, una cuadrícula en la pared llena de colores y olores. Cavanossi. Como para comerselo de a poquitos, con pancito recien salido de carretilla de panadero.

Quien diría que estando fuera el concepto de bodega sería un poco mas alternativo. Especialmente en Barcelona, que el equivalente de bodega, es una tienda que parece super mercadito con congeladores y maquinas para gaseosas que son atentidas por pakistanis, muy buenos todos, que venden "samosas" al costado de la caja.

Sin embargo, en mi último barrio barcelonés me topé con Aurorita. Aurora es una bodega muy bien puesta fundada por peruanos. Compatriotas que veían no se cómo, programas peruanos en VHS de antaño mientras atendían la tienda. Lo bonito era ver como habían traspasado nuestro concepto de bodega: Sin caja registradora, golosinas peruanas y alfajores hechos en casa muy bien puestos en mostrador de vidrio con marcos de aluminio. Muy bodeguero.

A mis amigos españoles los hice probar los alfajores a la peruana (que allá, al haber invasión de argentinos, sólo se piensan que los alfajores son de ese lado de sudamérica), inca kolas y coronitas. Uno que otro domingo me daba una vuelta para ver si tenian gaseosa peruanita para acompañar mi almuerzo. Aurora, mi vecina de Comas en Barcelona. Sensacional.

sábado, 27 de septiembre de 2008

Casas y cosas

La primera vez que me mudé de casa, fue para irme a otro país. A caer, en primer lugar, donde la típica amiga que te tiene, aunque sea un poco incómodas, en su sitio, su espacio, su piso, su cuarto de 2x3, con TV con una antena medio falluca, y con una insomnia parecida a la tuya -lo cual es GENIAL; hasta que consigues ese primer "piso" donde puedas llevar sus cosas.

El primer "piso" donde caí en Barcelona, se encontraba en el barrio de Gràcia. A unas cuantas cuadras del lugar de mi amiga. La verdad no conocía mucho Barcelona, y el barrio me gustó mucho. Además estábamos cerca y el piso estaba super bueno y super moderno. ¡Por primera vez tenía un cuarto sola! No saben la emoción. Era grande, cama doble, ropero, escritorio, silla de gerente y ventana a la calle. La cual daba al club de tennis, así que todos los domingos me despertaba con el TOC TOC TOC TOC mañanero. Alarma deportiva, la llamaba.

Mis compañeros de piso, terminaron siendo un desfile de nacionalidades cual Miss Universo. La chica que tenía el contrato era israelí con nacionalidad húngara, lo que le permitía ser parte de la comunidad europea sin mucho roche. Super buena gente, pero medio pastrula. El otro chico (éramos tres) era un inglés super con una novia mexicana a corto plazo. Ustedes saben, amor tipo Barcelona: Wash and wear (de una sola tenida). El inglés se regresó a su país y cayó una alemana. La alemana se fue (felizmente porque entre la otra y yo, nos dimos cuenta que era medio rarita) y cayó una rusa que era otra pastrula. Ergo:

pastrula 1 + pastrula 2 = inhabitable

Decidí mudarme, aunque Gràcia haya sido lo más parecido a Barranco que pude encontrar. Esta vez, después de muchas citas y muchas llamadas, llegué al barrio del Eixample Esquerra, a un piso que estaba en el mismo edificio (o finca, como le dicen ahí) que el piso de una de mis mejores amigas que he tenido en Barcelona (una colombiana de la PM). Por cagarnos de risa, fuimos a verlo. Queríamos saber cual era la distribución al otro lado del edificio (arquitectas super geeks, por cierto). La chica del contrato, era de Murcia. Bastante buena onda. El cuarto era super pequeño y con ventana interior. La verdad, no lo pensé mucho. Quería estar cerca de mi amiga y cerca al centro. Si bien el anterior barrio estaba super bueno, gastaba mucho en tickets de bus y metro. Convencí a tres amigos que me ayuden con todas mis cosas, chapamos taxi en la esquina, y me ayudaron a mudar en un solo viaje.

¡Piso nuevo! Piso viejo, losetas, techos altos, la Barcelona que yo siempre me imaginé. Compartía con una italiana super capa en matemáticas que tenía un novio catalán, y un chileno que era chef en un restaurant del centro; este chico tenía una novia gallega. La de Murcia, bueno, ella se iba a Madrid. Por eso alquilaba la habitación. Con ella no viví en ese entonces. Luego se fue el chileno, regresó la Murciana, hicimos casting, y entro una argentina, super buena onda recontra pastrula, que no hacía mas que llamarme boluda. Lo máximo. Se fue la italiana, y entro una francesa. Salida de revista y con el alma de Anny (la mejor amiga de Candy, ustedes saben). Fui feliz.

Sin embargo, todo tiene un fin. El contrato ya no se iba a renovar. En pocas palabras, la de Murcia decidió que después de cinco años en Barcelona, quería cambiar de ambiente. Así que nos tocó empezar la famosa busqueda de piso. Internet, amigos, lo que sea. Mi super amiga, la locombiana, se iba a Londres a estudiar inglés. A ella le estaban haciendo el favor, en su piso, de donarle el cuartito que era el estudio, como dormitorio hasta que se fuera. Ya habían tres personas en el piso, y otra mas era un poco demasiado. Pero...

Me hicieron el favor. En ese edificio me sentía como en la vecindad del Chavo, no valía medio centavo, pero era bonita de verdad. Como sabían que iba a estar poco tiempo en Barcelona (ya cada vez se me hacia mas complicado extender mi simple visado de estudiante), me dieron el cuartito. Me mudé en tres viajes de escaleras. Yo vivía en el segundo piso, y me mude al quinto...con ropero y todo.

La chica del contrato era (bueno, es...todavía hablo con ella) catalana. Super linda, super maja. La otra chica era una italiana arquitecta (como la catalana y como yo) super apacible y super enfermiza. Todos los días le dolía la garganta. El chico era catalán de padres argentinos. Creo que fue el mejor piso en donde me quedé. Mi cuarto habrá sido el menos ostentoso de todos los que tuve, pero el cariño que sentí y la familiaridad que me encontré en el quinto piso fue espectacular. Hasta ahora los extraño. No extraño subir los cinco pisos, no hay ascensor, pero al menos ya se que eso me mantuvo en forma durante todo el tiempo que estuve ahi.

Ahora estoy en Escocia. Con mi novio y un amigo. El "piso" parece mas una casa. Techos altos, patio por detras y ventanas a la calle super grandes. Hace un frio de la PM pero te abrigas un poco mas y ya. Ahora las circunstancias son distintas. He vuelto a colgar mis fotos en la pared y puedo desperdigar mis cosas sobre la mesa sin apuros. Me faltan algunos detalles para sentirme como en mi casa.

Pero es que por más que lo intente, nunca me sentiré tan en casa como en MI casa. Con mi tele de 14", mi cama-herencia, mi colchón paraiso, mi perrito (qepd) bajo la cama, mi baño construído en etapa ampliación de vivienda y el bonus de tener a tu familia a dos puertas de distancia. Para gritar un BUENAS NOCHES, cuando cada quien está mirando las noticias ó algún documental en cable, intercambiando a voz en cuello recomendaciones de canales u opiniones, mientras tratamos de lograr el sueño. Aunque mi papá no, el se duerme al toque, el suertudo.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Cantando bajo la lluvia

Ya me habían advertido que el clima escocés, era un poco temperamental. Claro, estos consejos venían de mis queridos amigos via Barcelona, los cuales se han ubicado ahí por el sol radiante que ilumina todas las épocas del año, y la poca lluvia que suele caer de cuando en cuando (claro, que cuando llueve...LLUEVE).

La verdad de a de veras, es que yo he crecido acostumbrada a las pobres predicciones del SENAHMI (sin embargo ya están mejor), y a la garúa persistente que reina en Lima durante todo el invierno. Yo me acuerdo mucho que el cielo era gris. Gris. Siempre gris. Nunca se veía el sol. Parece que por el calentamiento global, está cambiando la cosa, vaya. Pero lluvia...no pues. Lluvia no. Si Lima es desierto pues, ahi no llueve.

Como buena peruanita recién bajada del cerro (o caída del palto, ustedes decidan), todo para mí por estos lares, ha sido novedad. Lo cual no tiene nada de malo. Sumado a mi personalidad bastante impresionable, pues todo me emociona. Me acuerdo los primeros gotones en Barcelona. Mi papá me había dado un paraguas color naranja-ya-no-ya antes de irme de Lima. Así que lo reventé hasta que bueno, un dia... el paraguas, decidió reventar por si sólo en París:
Cuentan mis memorias, que allá por el 2006, chapé mi avión y me fui a la casa de una amiga de mi hermana a visitar la ciudad luz. Claro, que aunque era verano, me había tocado una semana medio pesadita. En mi primer día de caminata (porque caminé un huevo...) el pobre paraguas dijo NO MAS!! Felizmente llovió solo un día, así que no hubo mayor daño.


Por los Campos Eliseos


De regreso en Barcelona, tuve que hacer lo que tocaba. Me compré un paraguas color chicha morada. El paraguas, que en realidad no se ve como que fuera la gran cosa, me ha resistido los mil y un vientos de las esquinas del barrio del Eixample en Barcelona. Se ha levantado, y se ha vuelto a colocar en su sitio. Claro, con ayudadita mía. Cuando lo abres, hay que encontrar con maña el famoso *click* que lo deje en su sitio. Así que tampoco es que esté pitita. Pero ahi está. Claro, previo agradecimiento a la marca italiana que confeccionó este práctico accesorio porque valgan verdades, 17euros me costó el chiste. Pero ha sido sin duda, mi mejor inversión anti pluvial.

Con mi super paraguas chichita me vine a Escocia a combatir la garúa persistente escocesa y las lluvias torrenciales que a veces tocan. Se me está poniendo cada vez más mañoso, pero no tengo otro. Además que... "con todo combina!!". Mi compañerito de viaje, es retráctil y lo puedo llevar en la cartera sin problema. Para mi, salir cuando llueve, es una delicia. Como si fuera la primera vez que haya visto llover, siempre logro salir a la calle a chapotear lo que nunca chapotée en mi infancia. Porque claro... en Lima, nunca llovió.

El otro día, caminando al super mercado con mi super paraguas, me topé con un chico que estaba con una capucha gris, muy campante, silbando y tarareando. Hay que ver lo acostumbrados a la lluvia que están por aca. Entre sus felices silbidos, pude reconocer el famoso Singing in the rain. No pude evitar sonreir. Al menos ese día no me mojé mucho los pantalones. Ahora entiendo por qué las chicas prefieren usar falda, jaja.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Noches poperas

La escena musical pop de Glasgow es famosa, gracias a grupos como The Pastels, Teenage Fanclub, Belle and Sebastian, Camera Obscura, Mogwai, Franz Ferdinand.

Lo usual por estos lares es que alguien, o esté en un grupo, o el novio/novia, sean parte de un grupo o que organices noches musicales en algún club para que la gente baile al ritmo del mejor pop melódico o simplemente algún funk o música sesentera que pueda divertir. La escena es muy variada, y aunque en la realidad también existan los típicos antros donde se bailan los últimos hits del momento, lo más probable es que hayan más pubs donde esté tocando un grupo local o estén montando una bailada pop, como el ya fenecido National Pop League (tuve la suerte de asistir a la última noche, donde terminas bailando junto a los integrantes de bandas como Camera Obscura y Belle and Sebastian).

La verdad es que NPL, ha sido todo un fenómeno en esta ciudad. Tengo amigos que desde ciudades distantes del Reino Unido, han viajado ese primer viernes de cada mes para poder bailar al ritmo las Shangri-Las o los Go Betweens.

El local también ha sido un clásico. The Woody, es un local donde se realizan eventos. Cuenta con un pequeño escenario, y una barra para poder consumir el trago que puedas toda la noche. Una pista de baile y mesas y sillas alrededor para descansar los pies despues de tanto brinco. Con sólo 4£, te ganabas un pin, tal vez un caramelo, y un panfletito del organizador, comentando la música para esa noche.

Esa última noche (25 de julio, 2008), la fila ya era larga antes de que abrieran las puertas. Todo el mundo emocionado y con pena de que una noche tan buena como ésta, no se iba a volver a repetir. Después de todo, han sido como siete años ininterrumpidos de música, cerveza, amigos y baile.


Nos sentamos. Llegan nuestros amigos. Empieza la música. Pero la cola de la barra es tan pero tan larga, que es casi imposible bailar. El calor empieza. Una amiga y yo, nos hacemos entre la multitud, un pequeño espacio para empezar a bailar. La noche comienza. Poco a poco, la gente de la fila se va disminuyendo y se sientan o salen a bailar. Trash Can Sinatras empieza a sonar, todos bailan. Todos cantan. Luego The Smiths, algo de Belle and Sebastian, un poco de Pixies. La ropa se empieza a pegar del sudor. Pero no importa, la música está tan buena, que no podemos dejar de bailar. El calor, verdaderamente se vuelve insoportable. Uno que otro viaje al baño para poder refrescarnos y de vuelta al baile. Finalmente, se empieza a acabar la noche. Abrazos por todas partes, especialmente al DJ/organizador. Palabritas de agradecimiento. Un hasta luego y a la calle. A comentar la noche, todos sudados y en búsqueda de un local para comprar un "fish and chips" y a la casa.

Por mi parte, ya estoy bastante desconectada de la escena local de Lima. Me acuerdo con mucha nostalgia y cariño, de mis noches Mar de Copas (yo era listera, obviamente). Mi grupo favorito hasta el momento. Sin embargo, nunca me dejaron de gustar los Campo de Almas, Camarón Jackson, La Roja, El Guetto y especialmente La Sarita. Que se convirtió en mi favorita antes de enrumbar al viejo continente. Todavía escucho música de Electro-Z y de cuando en cuando, canto a voz en cuello Magdalena, por los NSQ. Será que también nosotros tenemos una prolífica escena popera limeña y que de alguna u otra manera, hayan grupos que le sigan echando ganas a la música.

De momento me contento con pensar que pueda regresar a La Noche y disfrutar de un buen conciertillo, chela en mano, y canchita en la mesa. Un par de piqueos por ahí y los amigos de siempre.

¡Dos más!

martes, 9 de septiembre de 2008

Músicos Ambulantes

Así como Lima tiene a un Jirón de la Unión, Barcelona las famosas Ramblas (de caracter más turístico) ó el Passeig de Gracia...Glasgow tiene Buchanan Street.

Es una calle muy larga, con suelo de ladrillitos de rigor; toda ella convertida en paseo que te lleva desde el Royal Concert Hall, hasta la estación de St. Enoch. Tiendas por doquier: desde un centro comercial hasta una pequeña tienda de comics. Sí, también hay un Starbucks.

Aquí se ubican los clásicos músicos ambulantes.

Dentro de mi extranjería permanente en esta ciudad, me puedo permitir el que hasta la mosca que me vuela encima de la cabeza, me divierta y me parezca fuera de lo ordinario. No fue la excepción ver a un típico músico ambulante por estos lares: el gaitero. Sí señores. En Perú tenemos a nuestros niños y grandes con zampoñas y quenas en el micro, acá sobran las gaitas. Usualmente se visten con su traje típico, de kilt según el clan al que pertenecen (clan me suena un poco anticuado, pero así se les denomina a los apellidos típicos... como Campbell ó MacDonald). Cualquiera se puede cachuelear en la calle, tocando un par de músicas tradicionales que atraen a los turistas que suelen predominar por estas calles comerciales.

Pueden estar solos, en grupos de tres, o conformar un ensemble completo, con el traje más típico de todos, y añadir un par de percusiones para darle un mayor efecto. En pocas palabras, buenazo.




Grande fue mi sorpresa, cuando el otro día, disfrutando del sol de fin de verano (que se ha visto muy poco por acá), vi a un grupo de personajes andinos, tocando una melodía muy similar al Cóndor Pasa. Me fui corriendo a ver si podía distinguir el origen andino más específico... pero me pelé. Era mas bien una mezcolanza (sic) de indios norteamericanos con los andinos y bueno...no sé. Si es bueno para el negocio...tal vez no esta mal. De alguna u otra manera, promocionan una parte de nuestra cultura.



Si me sorprendió verlos por acá, porque si bien Londres es mucho mas cosmopolita y grande y vi muchos latinos por ahi, acá la cosa es un poco distinta. La verdad...no he visto muchos. Es mas...no he visto ninguno por la calle. Lo cual es raro para mi, porque después de haber vivido en Barcelona, donde hay hasta bodegas con doña pepas y coronitas...acá...ni la sombra.

Me remonta al centro de Lima con sus cómicos ambulantes - que son la mejor diversión al paso que alguna vez ví en el Parque Universitario. Porque la verdad, aparte de los músicos que se suben a los micros/custer - al fondo hay sitio - , no se si alguna vez me haya topado con algún músico callejero en alguna esquina.

Creo que la diferencia radica en la necesidad de sobrevivir versus el simple cachuelo que estas performances pueden representar para algunos. El mejor acto en un micro que presencié fue el de un chico vestido de payaso, hace muchos años ya, en la famosa 52. La que va por toda la Salaverry. Se confesó un padre de familia obligado a recursearse para mandar a sus hijitos al colegio. Verdad...mentira...quién sabe. Pero no se dejó aplastar por el recelo que todos tuvimos cuando empezó su acto. Al final, tuvo hasta aplausos y no podíamos parar de reír. No hubo uno que no le diera aunque sea unos centavitos. Un éxito.


Perú, Escocia. Todos se la buscan.


Lo que se llevó el premio de este paseo semanal por la calle...fue encontrar al chico que conocí en una parrillada hace un par de semanas, cachueleándose tocando el cajón y guitarra cerca a la estación de St. Enoch. No woman, no cry...versión criolla.


Lo más.

sábado, 6 de septiembre de 2008

El museo de la combi/custer

En Glasgow, existe El Museo del Transporte ó Museum of Transport, como le dicen. Yo no sabía que tienen una historia muy larga e impresionante sobre la construcción de navíos de guerra, buques, trasatlánticos y demás. (Glasgow es atravesado por el río Clyde, el cual en su tiempo, albergaba muchos astilleros de los cuales sólo sobreviven dos o tres en estos tiempos)


Por fuera, el museo no es muy bonito la verdad. Ni bien entrando, me enteré que la fabulosa Zaha Hadid ha diseñado el nuevo museo que esta vez sí se encontrará a orillas del famoso Clyde.


Para los fanáticos del automovilismo, este lugar es un sueño. Hay de todo y para todos. Carros de todas marcas, modelos, años, colores y sabores. Hay una representación de una típica calle de Glasgow a principios del siglo XX que es todo un viaje en el tiempo. Osea, todo lo que tenga ruedas... está. Hasta carritos de bebé del siglo pasado. Al igual que una vieja estación de metro o Underground, como le llaman por estos lares (que no es la gran cosa, valgan verdades). Es una simple "circunvalación" subterránea de sólo 15 estaciones.

Hubo un vehículo que me llamó mucho la atención. Era una combi del medio oriente. Muy bien adornada y super colorida, una especie de horror vacui oriental; lo que me hizo remontarme a nuestro querido sistema de transporte privado peruano.


Mi línea favorita... la Chama. Chama, Chama, todo Pardo, Miraflores, La Mar, Pezet, Belén, San Felipe...grita el cobrador. Me imagino que en país donde hay combi, hay cobrador...hay peleas por pasajeros, combis asesinas, colores por doquier y caos vehicular. Porque claro, un pais con ciudades grandes, que utilice un vehículo tan pequeño como medio de transporte, en mi opinión...tiene que ser un caos.

Pero tal vez ya es un caos familiar. Ya uno crece con esa astucia de saber como caminar por la calle y tratar de evadirlas...el "corre por tu vida" se convierte en tu lema diario y ya te alucinas que cualquier esquina, o es mas...en cualquier lugar de cualquier calle o avenida de tu ciudad peruana preferida, puedes levantar el dedito y TODAS se avalanzan para que subas. Que dicha...no?

jueves, 28 de agosto de 2008

A Wilson, por favor....

Es una vaina estar sin computadora. Mi laptop de la vida, decidió que ya no le gusta el Windows XP y por eso, hizo kaput, la pobre. Tan linda ella, con un sticker representativo de sus épocas de viaje...Además, es una laptop que compré a principios del 2006, lo que me hace pensar que vió la luz del día a finales o mediados del 2005. Osea...esta vieja.


Es increíble lo dependiente que termina siendo uno del internet y derivados. Para mi es super importante, ya que viviendo lejos, es la manera más fácil y barata de comunicarme con mis amigos y mi familia (viva el skype). Pero ya a estas alturas de mi vida, he aprendido a no apegarme de los objetos inanimados, tales como... cámaras, televisiones, computadoras.


Panchito I (mi computadora casera, de esas con el monitor gigante de marca de pajaritos) dedidio patalear a mediados de mi tesis. Todo un desastre. Lloré como marrana, especialmente porque tenía HUEVADAS, sí, huevadas sin importancia que me paraba bajando del mundo cibernético que me parecían mas importantes que mi monografía y planos (les paraba haciendo backups, así que no había mucho problema...).


Panchito II no sobrevivió largo y tendido como esperaba. Después de un par de años también decidió colgar la toalla y mis papás la volvieron a renovar. Ahora todo mi arsenal de estupideces reposa plácidamente en una carpeta especial en la versión mejorada de mi vieja computadora. Al menos todavía existe para beneplácito de mi nostalgia personal.


Acá no hay un Wilson querido, a donde recurrir en caso de computadoras psicóticas. No está el patita de confianza al que siempre llamas que le arregla las computadoras a tu hermana o tu papá para que te arregle la tuya. Si los hay, están desperdigados y en tiendas especializadas, con precios un poco subidos de peso. Será que tal vez si existe pero no se cómo ubicarlo...me tendré que sumergir en el mundo cibernético escocés, aunque la verdad, no se ve muy promisorio.


De momento, ando mendigando computadora. No se siente muy bien, pero no queda de otra. Igual, a esta máquina no le tengo tanto cariño como a la predecesora CPU de la vida. Ya sufrí demasiadas decepciones tecnológicas como para pensar que ésta puede ser mejor.


Mándenme un monstruo en computación por favor!! Gracias.



R.I.P.



sábado, 23 de agosto de 2008

Pucha, quiero playa.

La ventaja, dentro de muchas otras cosas más, que yo le encontré de vivir temporalmente en Barcelona, fue la playa. Está a un paso. Bueno, a más de cien seguro. Pero esta ahí. Al final de las Ramblas. Más allacito del monumento a Cristobal Colón.

Más allá del Maremagnum y del Port Olimpic, está la playa. La Barceloneta. Playa urbana, sin duda.

Soy una chica de mar, indudable. No seré loca-playa o nunca lo habré sido en mi infancia, creo que simplemente por el hecho de ser una vecina del pujante distrito de Barranco. Siempre estuvo ahí. Abajo del malecón de por mi casa. Bastaba con caminar una cuadra, y ya se escuchaba el mar, las olas, la risa de la gente. Creo que eso es lo que me gusta. Para mi eso es playa. La gente, el heladero, el chiquito con la pelota y la familia simplemente disfrutando el día.

Un clasico día de playa, era obviamente, domingo. Nos alistábamos, con ropas de baño de temporada, con juguetes de plástico de temporada (o los antiguos, que más daba), y con nuestras tablas de crush. Naranjas. Aquel que haya crecido en los ochentas, sabe lo que es una de esas. Luego, agarrar el volkswagen familiar, sin cinturones de seguridad y traca traca, a la playa. Surcando, en ese entonces, los aparentemente inhabitados pantanos de Villa y cruzándonos con más carros camino al sur.

Imprescindible, la comida. Mi familia era sanguchera. Cada que ibamos a la playa, era fijo: Pan Pyc con jamón y queso. Hasta podría ser que ese domingo, solo jamón. Inca kola comprada pasando el peaje que esta por Conchán, si mal no recuerdo (pof, hablo como si hace siglos he salido de la gran Lima). Esos puestitos del peaje son la muerte. Venden desde revistas hasta sombrillas, juguetes, gaseosas, helados, lo que la imaginación permita.

Nosotros íbamos a Santa María. Bueno, vamos. La única playa con entrada de pinos. Fabulosa, diferente. De chibola me alucinaba ver los pinos a la distancia. Mar tranquilón de cuando en cuando, y no muy grande ni demasiado poblada. A la salida del mar, sacarse la arena. Fijo. Papá nos mataba con la mirada cuando veía granitos de arena en su carro. Nos compraba barquillos. Esos tubitos, esos. Copa esmeralda D'Onofrio para mi mamá y él, una caja de Bombones.

Pasábamos por pan de regreso a la casa. Lurín, obvio. Chicharrones por doquier. Luego, un lonche-comida para acabar el día. Esos eran nuestros días de playa limeños por ese entonces.

Estando ya en Barcelona, imposible recrearlos, obviamente. Pero me deleitaba sabiendo que también a un paso de mi "piso" (bueno, a varias cuadras la verdad, pero caminable) también estaba la playa.

Así como me iba al sur de chica en Lima, en Barcelona agarré la costumbre de no ir a la Barceloneta a bañarme (playas urbanas... ustedes saben, en todas partes, siempre son bastante sucias), así que trataba de organizar a los amigos para irnos hasta Sitges. Treinta minutos en tren desde Barcelona.

El mar mediterráneo es diferente. En principio no es tan frio, y es muy tranquilo. Pocas veces he visto marea fuerte. De haberlas habido, nunca lo supe. Podía caminar con confianza hasta que el agua me llegue a la cintura o al torso, y nadaba. Nadé como nunca pude nadar en Santa María. Porque ahora que lo pienso, me parece que el Océano Pacífico tiene mas oleaje.

Trate de recrear mis días. Claro que el jamón (inglés) no era el mismo y el pan menos. Pero me hacía mis sanguchitos de queso crema con tomate o pimientos, compraba un agua (ahora trato de ser mas light, además la Inca Kola es super cara en Barcelona, aparte es la versión norteamericana, puaj) y a ponerse negra. Disfrutar el mar, las olas y el ruidito. Ese ruido playero, que esté donde esté, me transporta a mis veranos limeños. Imaginarios de momento desde mi locación actual en Escocia.

Confieso que alguna vez, camino a la playa, canté en mi mente Los Patos y Las Patas de los NSQ.

Yo, patinando en la Barceloneta...

viernes, 22 de agosto de 2008

Chessssss...

El otro día, muy tranquila, mirando un programa de televisión, dijeron que la ciudad de Glasgow (en Escocia) es una de las más pobres del Reino Unido, y que también cuenta con un alto índice de criminalidad. Aguanta, choche. Yo vivo en Glasgow.

A pesar de que Glasgow y la gran Lima puedan tener ciertas similitudes (ver párrafo anterior), Glasgow peca de no ser todavía mi mejor amiga. Nos estamos conociendo. Digamos que Lima es mi pata, mi yunta, mi choche. Capto en que onda está, como se ha despertado y con qué ánimos se acuesta. Te conozco, mosco.

Si bien vivo en una zona, que comparativamente hablando, puede ubicarse en el mapa mental limeño como un segundo Barranco (el West End de Glasgow tiene sus lados bohemios y muy amables y muy artísticos también), me falta encontrar un "Juanito" o un lugar como "La Noche", de los cuales creo haber sido caserita en mis etapas universitarias.

Pues, si. Este es un post medio nostálgico. Hace varios días estoy con antojo de sánguche de pavo (con casi todas sus salsas) del Monstro's, o Montruos? Tejadita, que alguna vez probé su super sánguche (¿todavía sobrevive?), y la chicha de la bodega de la esquina de 28 de julio con Grau. Eran un clásico entre mi hermana y yo ir a comprar la chicha y que luego nos den un kekito envuelto con pedacito de papel bulky cariñosamente cortado para no tocarlo con la mano sucia... sucia de micro, tal vez. Lastimosamente cerró porque la señora falleció y el señor obviamente que se hacía con la bodega...

Acá lo que venden son los famosos "fish and chips". Yo, en mi mente soñadora, me aluciné que eran asi como tiritas de pescado, no sé pues, como lo que venden en Wong o Metro para meter al microondas, tipo nuggets. Na' q veeeeer... es un pescado refrito, en masita para que frite mejor, del tamaño de la mano de uno, sin cortar ni nada.

Mejor dicho, el corte de toyo que te daban en el mercado de Barranco? Así. sobre una cama de papas fritas bien grasositas...envueltas...EN PAPEL BULKY!!! No me lo podía creer. Claro, que como yo soy alérgica hasta del arroz, no puedo comer pescado. Pero, me intentaré sumergir en la cultura de la fritura de este país. Frien todo. Hasta pizzas. Super interesante.

Ya llegará el tiempo en que encuentre mi versión escocesa de La Noche y del Juanito. Tal vez en añoranza a la Inca Kola empiece a tomar con más frecuencia IRN-BRU.

Caray. Me acabo de acordar del panadero que pasa cual reloj como a las seis y media por mi casa a dejar el pan. Pucha, qué recuerdos...

lunes, 18 de agosto de 2008

Parrillada a la escocesa


Mi novio tiene un amigo que toca, al buen estilo escocés, la gaita. Este amigo es un toque loco, la verdad. Anda mas perdido en la luna de Paita... me impresiona. Pero es super buena gente y bueno...toca la gaita. Para mi eso es un plus. Para los escoceses, un curso mas de música en la escuela.

En fin, nos invito a una parrillada en Loch Lomond. Que quede en claro que esto no es un club ni nada. Así que playita junto al lago que encuentres, te sientas. No pagas nada, es como una especie de parque natural. Sin embargo, hay mucha conciencia ambiental en general. No hay nadie que esté detrás de uno diciéndote que no botes basura o que hagas fogatas en las áreas asignadas. La gente lo hace porque sabe que eso se tiene que hacer y punto.

Acá las parrilladas son bastante simples para mi: Chuletas de cordero, hamburguesas, salchichas, vegetales tal vez.... no como mi rica Lima, un anticuchito con ají al lado, choclo con más ají encima... carne bien condimentada, chemichurri...etc. Así que compramos lo necesario, más vegetales, bebidas, sidra, cerveza, y IRN-BRU.

Digamos que esta bebiba es la versión escocesa de la Inca Kola. No parece tener como...la misma importancia "culinaria" que IRN-BRU, pero se defiende. La gente de acá la siente como algo tan propio como el whisky. No sabe nada mal, pero prefiero la bebiba del Perú ;)

Volviendo al tema de la parrillada... Este amigo nos pidió que llevaramos la guitarra (mi novio tiene más de una), y despúes de empacar nuestros bultos, arrancamos para el departamento de este chico a recojer a los demás que iban a ir con nosotros en el carro. Entre el grupo de chicos que fue, había un chico que traía un cajón. ¡SI!, un cajón peruano. En Escocia. No saben la emoción, y en la otra mano, una botella de PISCO.

Así que nos pusimos a conversar. Su novia se había ido al Perú por 3 meses para visitar y practicar su español (o es castellano...), le trajo de regalo una botella Ocucaje de Pisco, y un cajón del barrio, según él, más cutre de toda Lima. A ver... ¿Cuál es el barrio más cutre de Lima? ¿Dónde hacen cajones y los venden baratitos?

Los hombres (rar) hicieron la fogata - para la hora que llegamos, pasadas las nueve de la noche, ya no se veía absolutamente nada, ja... pero estuvo divertido, cocinando a oscuras en parrillas descartables compradas a ultimo minuto.

El gaitero y el cajonero improvisado empezaron a tocar. La gaita tipicamente escocesa y el cajón tipicamente peruano se confundieron en una armonia extraordinaria. Empezamos a bailar a la luz de la luna llena, esperando a los lobos y tomando pisco al lado de la fogata. Cajoneando, y gaiteando. Fue una noche super especial con hamburguesa de vacas escocesas y hamburguesas vegetarianas (ya digo, que habia de todo en el grupo). Hicimos una buena combinación y fusión de músicas típicas y bailes internacionales... ¡Qué buena noche!

Pero francamente...me falto mi anticucho.



Mi primera entrada

Después de un buen tiempo de no hacer nada productivo en la web (solía tener una pseudo página web que actualizaba con dibujos hechos por mi, y trivialidades sobre mi vida que a nadie importaban...), me animo a publicar en blogger.

Tengo un livejournal, pero quiero safarme un toque de ese "planeta". Quiero algo mas simplecito como para... matar el aburrimiento que me ataca de cuando en cuando.

Así que, después de un par de años en Barcelona (visca Catalunya), me traslado a Escocia para estar con el love de my life a tratar de empezar un nuevo capítulo en mi vida...

Aparte del clima, que es más feo que Lima en invierno (siendo verano, eh!), el pais es super bonito y bastante verde (seguro gracias a toda el agua que cae del cielo...). Cuesta un toque captar el acento escocés, que es obviamente recontra diferente a mi triste acento peruano-norte-americano que aprendí en el ICPNA (¡Que viva la Soto!), pero creo que lo lograré... - el otro día que fuí al mercado a comprar un par de cosillas, me encontré preguntandole al de la caja ochenta mil veces que qué era lo que me intentaba decir. Pacientemente me repitió su intención de ofrecerme una bolsita para mi compra... jeje...

Without further ado...

Perucha en Escocia...reportando directo en directo.