miércoles, 20 de junio de 2012

La gran Barna

Y volver, volver, volver....

Nos fuimos a Barcelona. A escuchar música chévere (léase Primavera Sound Festival), ver a los amigos que dejé y a los nuevos que también estaban por ahí por el festival.

Fue raro regresar, no sólo porque ya los lugares habituales han cambiado, sino porque sentí igual como si no me hubiera ido. Salvo la diferencia de no tener mi cuartito en el Eixample para poder caer rendida despues de una noche de juerga.

Plaza Real
Igual fuimos a los lugares conocidos, como quien se da una vueltita y a comer los bocatas de siempre. Patatas bravas, pan tomaca, claritas bien heladas (porque claro, el calorcito estaba riquísimo).


El metro siempre entrañable, con sus super intercambios de líneas - siempre evitando Passeig de Gracia (linea amarilla y verde) y Urquinaona (linea roja y amarilla), porque ya se que es de lo peorcito.


Volviendo a comer mis galletas favoritas, enseñándole a Mark lo mejorcito de la galletería local, jajajaja.

El festival genial. Aunque ya se siente, se siente cuando una esta mayorcita. Después de los 30 como que ya empeiza una a decaer. Las juergas hasta las 5am ya empiezan a doler, y a golpe 2am ya empieza uno a pedir tuto. Ya todo da mas flojera y el pogo ya no suena tan atractivo como de costumbre. Mi highlight personal del festival? The Cure y Shellac. Brutales al brutalísimo musical y aunque me perdí el Boys Don't Cry por comprarme un kebab, al menos me quedo con la satisfacción de poderlos haber visto en vivo (y coleando). Esas greñas de Mr Smith ya son leyenda.

Shellac en acción

A pesar de viajar de un dia para otro a Edimburgo para sacar la visa Schengen (que el viajecito si que costó), valió la pena y es más, toca repeticuá. A ver si el año que viene la volvemos a hacer. Aunque ahora si con más tiempo que nos quedó corto para poder ir mas a la playa y ver a más amigos que faltó.

Exitos de bolsillo.