sábado, 21 de mayo de 2016

Adaptacion culturo-climatica

Señor, señora, señorita, joven lector...ME ADAPTE.

¡¿Oe qué?!

Así mísmamente. La friolenta peruchita ya se acostumbró al clima. Un día soleado de 12 grados centígrados es ya un chancay de a medio. Salgo con las justas con una chompita y san se acabó. Hasta salgo en mocacines, sin medias y si el plan lo amerita, con pantaloncito de verano ocasión.

Es mas, con las justas uso paraguas. Después de encontrarme con los super vientos que te convierten la lluvia en un torrente de agua horizontal, para que darse la molestia...es más, no sirve. Pa qué. Por gusto. Mas bien hago cardio corriendo de la casa al carro, del carro a la oficina, de la oficina a la cafetería, etc. Ustedes entienden. Cuando llueve, me guardo.

Claro que le hago a M lo que me hacía mi mamá:
ABRIGATEEEE
No.
PERO HACE FRIO
No.
PERO YO TENGO FRIO ASI QUE TE PONES CHOMPA.
Ok.

Como alguna vez había comentado en este post cuando estaba recién bajadita, la lluvia es algo que es como el aire. Nato de la isla, no hay nada que hacer, para que quejarse. Mejor me hago su amiga. Es más, el otro día salí con polo y con mocacines a saludar a mi vecina, y ella ya estaba con botines y enchompada. El exceso de la adaptación. Super ranger ahora soy pues.

Ah, y ahora ya ni me gasto haciendo tortas de cumpleaños. Este año ganó el buen sentido y M se ganó con una torta Frozen del super. Cero inspiración, como esta re-barrigona ni me tomé la molestia. Eso sí, cuando me esmero más me sale el tiro por la culata. Basta con que salga la cara de Elsa y es un éxito de bolsillo.

Win-win.