viernes, 23 de octubre de 2009

Los extremos de la soga

La multiculturalidad de este país es una de las cosas que me hace sentir acogida. Si bien dependiendo del tamaño de la ciudad, se puede apreciar más o menos las diferentes etnias que conforman el Reino Unido, es en las ciudades pequeñas donde uno se puede sentir un poco distinto. Donde vivo, no es el caso. Acá hay de todo, pero soy usualmente confundida por "hindú", lo cual me hace gracia, porque no es la primera vez que me sucede y en realidad me encanta la cultura, la música y sobre todo la comida de ese país, así que yo feliz. Claro que procedo a explicar mi sangre novo-andina y mi lugar de origen, a lo cual me salen con el personaje del post anterior.

No cambiando el tema, porque regresaré a esto de la multiculturalidad, este país está pasando una crisis bastante grande. Ya sea económica como el resto de Europa, bastante política porque le estan lloviendo críticas al gobierno por todavia estar metidos en una guerra que nadie quiso ni apoyó; pero más social. Hay demasiado descontento y obviamente la gente quiere soluciones inmediatas. Como cualquiera, en realidad. Es ilógico pensar que en el Perú suelen pasar cierto tipo de cosas. Es igual en todas las esquinas del planeta. IGUAL. La gente se queja, se aburre, critica, despotrica y obvio, empiezan líneas políticas alternativas que pretender defender los intereses de la población.

Si bien parece haber existido desde hace ya bastante tiempo, hay un partido político que esta en la boca de todos, más por sus aspectos negativos que positivos (se les liga con los neo-nazis). Justo ayer pasaron por la tele un show de debate sobre temas de interés nacional, donde invitan cada semana a diferentes personalidades de la política para crear un panel donde se resuelven preguntas hechas por el público. El líder de esta agrupación, el Partido Nacionalista Británico fue invitado por primera vez y hubieron críticas por doquier, manifestaciones en la calle y quejas a la televisora por osar invitarlo. Pero...¿quién es este señor?


Es simplemente un extremista, que odia a los inmigrantes que llegan o que ya vinieron hace mucho tiempo a este país y que defiende, según él, a los "indígenas" de su querida isla. Con "indígenas" se refiere a los que prueben que son descendientes de los habitantes de esta parte del mundo, osea...en pocas palabras...los blancos británicos. Cualquier otro...no es oriundo, no es parte de la Gran Bretaña y simplemente...no debería estar aquí. Hasta ahora no se atreve a decir como nos pretende botar de acá...pero está totalmente en contra de la apertura de las fronteras a la comunidad europea, alegando que se esta creando una sobrepoblación difícil de controlar y que a la larga le quita recursos a los...oriundos.

Yo creo que nunca he posteado nada con respecto a política o esas cosas, porque francamente no quiero empezar a politizar un blog sobre mis cotidianidades. Pero creo que esta vez toca, porque francamente ver que todavía se tienen posturas tan extremistas en un mundo tan globalizado, no se puede ignorar. Especialmente si hay alguien que dice que quiere a los extranjeros fuera. Así que hay que tomar todo con pinzas y ver si a pesar de la pésima actuación de este señor en la televisión y la ráfaga de quejas que tuvo, tiene un efecto negativo verdadero. Y no simplemente incremente el nivel de seguidores, porque valgan verdades...podrá ser este un país de primer mundo, pero el descontento existente es de tercer mundo. He dicho.


Big Ben - Londres

domingo, 11 de octubre de 2009

El sabor de mi tierra

Viviendo en tierras españolas, es difícil extrañar al terruño. Hay tantos compatriotas en la madre patria que no se siente la falta de un par de ajíes, ni una bodega donde pueda comprar un paquete de coronitas o simplemente una inca kola.

Acá la cosa cambia. Al menos la comunidad peruana en esta ciudad debe ser bastante pequeña, porque no he visto nada de ascendencia latinoamerica por estos lares. En Londres de hecho es diferente. En ciudades grandes siempre abundan los peruanos y creo haber visto un restaurante proclamando las bondades de la comida peruana por Brixton alguna vez.

Sin embargo, hay un personaje en la historia popular de este país que sirve para recordarle a los británicos sobre la existencia del Perú. Cuando conocí a varios escoceses, todos me decían: "¡Peruana como Paddington Bear!". Fue entonces donde me acordé vagamente de los dibujitos que alguna vez pasaban en Canal 7, tal vez fue ahí donde vi a este oso tan particular, con gorro y abrigo... Pero no fue hasta que empecé a pasear por las tiendas que lo vi por esquina que volteaba.


Los venden grandes, pequeños, de bolsillo, para el colegio, en mochilas, en loncheras y demás. El nuevo amigo del oscuro Perú. Lugar donde he dicho que soy peruana, me sacan al osito. Al menos es bueno ver que la relacionan a una con un personaje tan apachurrable...¡PUNTOS!

Encontré un poco su historia en el youtube -
Please look after this bear, y hasta venden los libros para los niñitos en edad pre-escolar. Super tierno.

Por otro lado, un día paseando por el supermercado, llegamos a la sección cervezas. Que por cierto, aca las cervezas son demasiadas, y de diferentes sabores y colores. Pero de pronto, habían armado toda una sección de cervezas importadas, aparte de ver Brahma, Corona y algunas asiáticas...me topo con nuestra querida Cusqueña.


De oferta, 2 paquetes de 4 botellitas por 6libras, lo cual es bastante bueno para introducirla al mercado. Me dio mucho gusto saber que el Perú ya se esta metiendo por todos los costados. Así que si bien no tomo mucha cerveza, de cuando en vez la refri se repleta con el oro de los incas. ¡Salud!

sábado, 3 de octubre de 2009

Actualizando mi vida

El otro dia me tocó ir a una entrevista a una agencia de empleos. Me llamaron de un día para otro, y obviamente no pienso decir que no. Estoy desempleada y aunque por momentos llega a ser muy frustrante (digamos que envío como dos CVs por día), a veces me da tiempo de poder hacer esas cosas que en tiempo real, nunca se puede. Por ejemplo: Hacer aeróbicos, pensar en concursos y conceptos creativos, trabajar en un portafolio inacabable, hacer pies de manzana y durazno, cocinar un plato de 1h siguendo la receta, buscar recetas en internet para no aburrirnos del típico saltado o estofado. Etcétera, etcétera, etcétera.

Es más, me hice miembro de mi biblioteca de barrio y ya he sacado un buen par de libros espero me orienten. Claro que algo que me motivó registrarme fue el hecho de poder investigar un poco más la historia de esta ciudad. Que la verdad es algo que me haría sentir un poquito más cerca a mis vecinos. Aparte que me ahorra estar comprando libros a cada rato. Siendo pobre, se está convirtiendo en un lujo. Claro, que lo de pobre, es un decir. Tengo comida sobre la mesa y hasta puedo ir al cine de cuando en cuando, pero ustedes me entienden.

Regresando a la entrevista. La agencia XXXXXX queda en la ciudad de al ladito. De la estación de tren, unos 45min hacia el este. Que cerquita no es. Además que de mi humilde morada a la estación de tren (en lo que me demoro en ir a la estación de bus, llega el susodicho, llego a la parada más cercana y camino ya es media hora más), no es muy cerquita que digamos. En fin...

La vecina ciudad de Portsmouth



Llegué al edificio indicado y me hicieron llenar toda una recatafila de papeles para registrarme con ellos. Que la verdad no está mal, a ver. Para esto estaba muerta de frío. Ya es prácticamente otoño, y el conjuntito que me tuve que comprar el día anterior (digamos que converse y blusa no pega...), estaba un poco primaveral y el vientecito del ártico que a veces cae por acá...uff.

En eso se me apareció en frente una tipa con pinta de tigresa del oriente (que acá las inglesas se mueren por estar morenas y tener el cabello lacio, teñido oscuro y potente), con tacones del tamaño de mis piernas, derramando lisura, blah blah blah. Me dió un poco de vergüenza ajena, porque en mi CV dice que soy arquitecta, y me empezó a hablar de unas excavaciones en no sé dónde y que el primate no se qué... Yo pensé...esta cree que soy arqueóloga, jajajajaja...Finalmente quedó en nada el asunto porque necesitan a alguien para navidad y yo en navidad, señores, tengo pensado irme al Perú.

Así que me quedo sin chamba, de momento...que todo esto es temporal, pero me quedo con la satisfacción que en realidad no estuve tan mal en la entrevista y que di una buena impresión, ¿verdad? Además que ahora tengo un conjuntito bien mono para cuando vuelva a necesitar o tenga un coctelito, que el look ya me lo tengo bien planteado.

sábado, 5 de septiembre de 2009

De pastelera...

Como el tiempo me sobra...me dedico a la cocina. No por tener alma de "señora de su casa", sino porque me gusta experimentar en la cocina. No por nada me encantaba el curso de química en mis épocas de colegiala.

Para ser super honesta, acá no comemos mucha fruta. Cuando lo hacemos, se hace calculadamente. Si compramos plátanos, comemos 4 de 6. Tal vez es mejor decir que COMO de a pocos los plátanos. Mi señor esposo no es muy abocado a la fruta. De cuando en vez, llegan mangos del África al supermercado, entonces ahí si no aguanto y me los zampo en una. Jugosos y frescos, como se deben comer. El otro día vi papaya. Me emocioné. Claro que las papayas tenían el tamaño de una palta, me imagino que por temas de transporte, no las dejan crecer mucho para poder traerlas...o simplemente son de una especie mas pequeña. Pero la próxima me compro, para hacerme un juguito desayunero.

Así que el otro día, Mark compró manzanas. Las pobres se quedaron en el plato de frutas dando pena. Entonces pensé...¿Por qué no hacer un dulce pie? Me puse a buscar por todo el internet recetas de pies, pasteles, etc. Hasta que me topé con el confiable Yanuq y una super receta que es super fácil de seguir (al menos para las que no tenemos experiencia en hacer masas) y parecía confiable.

Revisé los contenidos de mis reposteros y me topé con que en realidad tenía todo. Si bien la harina estaba con las justas de la fecha de expiración, no se veía mala. Las manzanitas habían resistido al paso de los días y justo habíamos comprado canela y nuez moscada. Leche siempre hay y azúcar...en realidad compramos una vez, pero no usamos...

Tomé material, lo empecé a rebanar y mezclar, y cuando llegó el momento de amasar...pues...me acordé... que no tenemos un rodillo. Así que me busqué un vaso de los más lisos y los mas tubulares para enharinarlo y amasar. Me ligó, porque claro...tan difícil no es buscar un rodillo substituto. A duras penas logre colocar las mitades de masa en sus respectivoslugares y para el horno.




Éxitos de bolsillo. Me quedó super bueno, y ya he hecho otro con duraznos y todo. Pero este queda por haber sido mi primer experimento en amasar y hacer la masa DESDE CERO y que no me haya salido nada mal. Además que aprendiendo a hacer, aprendo a innovar y eso es lo que más me emociona de cocinar. O hornear, en este caso. La próxima me lanzo con un pastel con relleno, jua jua jua. Bon appétit.

lunes, 3 de agosto de 2009

Cloverfield...

(o aventuras manejando...)

Hace tiempo no actualizo mi pobre blogcito, lo tengo negado. Es que digamos que me estoy centrando en buscar trabajo y eso, literalmente, me consume el día. Aunque hoy no. Hoy me he dedicado a ser mitad ama de casa, mitad soltera desocupada. En fin, al grano.

La semana pasada nos fuimos a Glasgow de paseo. En nuestro carro viejo. Bip bip bip. Que la verdad no es tan viejo, pero le falta una limpiadita. Aca no hay nadie en la cuadra que lave los carros del barrio, así que toca ir a la estación de gasolina a que pasee debajo de la máquina esa. Vaya, siempre divagando. Volviendo al tema del carro...

He tenido que forzarme a no tener mi mano en el claxon cual combista. Teniendo a mi esposo al lado mirándome con cara de profesor amargado, es un poco difícil caer en la tentación. Porque a pesar de que acá se respetan muchísimo las leyes de tránsito, los británicos pueden llegar a ser unos santos. Pero estando acostumbrada a la ley de la selva en nuestro país, nada me sorprende en éste.

Tuve que sentarme al volante a la fuerza. Ya que mudándonos de ciudad ni bien casados, mi esposo manejo la super van con nuestros muebles y yo el carro con nuestras prendas. Seguir la onda de la carretera me pareció bastante fácil. No es nada complicado: No te pases de las 70mph y simplemente usa las direccionales cuando vas a cambiar de carril. Simplecito. Claro, en plena ciudad, el chiste cambia.


Por los caminos de Gran Bretaña


Se me hizo difícil porque en Europa son fanáticos de los ovalos, ovalotes y ovalitos. Los hay de cuando en vez, para organizar mejor el tráfico y ahorrarse los semáforos. Que la verdad, son muy buenos, no lo niego. Pero un dolor de cabeza para esta peruanita que lamentablemente tiene espíritu de chofer de combi. No por nada, el apodo que me dió mi hermana en mis momentos de chofera es Cloverfield. No es raro verme con un brazo apoyado en la ventana del carro y el otro en el timón/claxon, siempre lista a vociferar hacia mis compañeros combistas o simplemente cualquiera que se interponga en mi camino. Mi mirada es de fuego pero no soy lisurienta, OJO.

Acá, si un transeúnte se te cruza en frente, no aceleras para que el corra (por su vida) hacia la vereda y tu puedas seguir tu camino. No. Acá, paras el carro para que lentamente, esta persona prosiga SU camino. Lo cual es bastante respetable y creo yo, una medida que se debería adoptar en mi país.

Acá, si un carro se te cruza en frente, puedes tocar el claxon. Acá tocar el claxon es como mentarle la madre al conductor vecino. Así de simple. Entonces, esos impulsos de tocar el claxon a diestra y siniestra como para avisarle al mundo "¡Acá estoy, no me choquen por favor!", no existen. Ah claro, en vez de bajar la ventana y mentarle la madre de verdad a alguien que te haga pasar un susto automovilístico, no sería nada común. Acá simplemente menean la cabeza en ademán negativo y prosiguen su camino.

O tocas el claxon. Así le mentas a toda la familia. Ahorras inventarte expletivos para insultarlo, bajar la ventana del carro, y molestarte por el resto de tu paseo. Me estoy acostumbrando. Me cuesta, pero lo estoy logrando. No quiero, sin embargo, perder mi "picardía limeña", no vaya a ser que visitando Lima, tenga que manejar, y las combis me coman viva.

viernes, 19 de junio de 2009

Levanta la mano, pues mamita... parte II

Tal vez ya pueda manejar el carro...pero la verdad, eso de manejar al revés, como que todavía me pone los pelos de punta. Estando acostumbrada a manejar a la defensiva, toma un poco de tiempo sentirse cómoda manejando anticipando el próximo paso... pero ya manejo bien, solo que si puedo evitar el manejar, pues lo hago, jojo.

Por eso y muchas cosas más, sigo utilizando el transporte público.

Muy pocas veces se tiene la oportunidad de poder subir al segundo nivel del autobus y sentarse adelante, porque obvio, como son los sitios mas codiciados, siempre están llenos.

Hoy, de casualidad, subí y me ligó señores...me ligó.

Así que este post es mas que para compartir mi alegría de poder ver el panorama desde mas arribita...porque en general, el día fue un poco monsefú (digamos que literalmente fui a tocar la puerta de agencias para que me den trabajo, pero la cosa está color de hormiga).

Nótese la foto y la próxima si cuento algo más diver. Ahí se ven.


Ah claro, tiene barrita para evitar accidentes, me imagino...

domingo, 7 de junio de 2009

Traumadinis Persistente

Ese es el nombre que le he dado a mi afección hacia...la mayoría de las cosas en general. Vivo con la idea que nada me va a ligar, que se me va a voltear la tortilla y que tal vez se me queme el pan en la puerta del horno. Pero a veces las cosas no me salen tan mal, algunas veces no me salen, pero creo que simplemente así es la nuez.

Dentro de mi mundo traumático, a veces me vuelvo intensa con el tema de las fechas de vencimiento en paquetes de fruta, yogurt, mayonesas, huevos, gaseosas, etc. De más está decir que obviamente hay cosas que si no tienen cara de malogradas, las voy a dejar pasar. Pero hay esas otras en las que simplemente...la duda me embarga. Tampoco soy de estar tirando la comida, pero tomo mis precauciones.

Mi esposo se ríe de mí (obviamente en muy buena onda), y trata de convencerme de dejarme de traumas alimenticios y simplemente coma lo que hay. Estoy cambiando, eh... que conste. Sin embargo hoy me topé con un blog (en inglés), donde comentan este tema. Me sentí identificada. Por ende, lo comparto.

http://1000awesomethings.com/2008/07/11/985-eating-things-past-the-expiry-date/

PostData: El gobierno británico aprobó el amor existente entre mi esposo y yo. Que lindos, ¿no? Pero, nos caerá regalito...?

Una chelita sonriente

sábado, 6 de junio de 2009

Días de parque

Me he dado cuenta que acá la gente disfruta mucho del parque. La idea de ni bien sale el sol irse al parque a tomar unas copas, sentarse en el jardín, echarse, hacer picnics. Muy británico, ¿no? Me parece genial. No hay cartelitos de NO PISE EL JARDIN, ni serenazgos diciéndote como te debes comportar. Hay perros, gatos, niños, frisbees, pelotas, juegos improvisados de fútbol y hasta espacios reservados para cricket y bolos.

Hay que ver la capacidad de aprecio a la naturaleza que se tiene. Acá no encuentras ni papelitos, ni envolturas de caramelos ni botellas vacías chorreadas por las esquinas o escondidas bajo los árboles. Los dueños de los perros limpian los tesoritos dejados por sus mascotas. Nadie está detrás de nadie, porque claro, quién se va a sentar en el pedacito de jardín con olor a caquita.

Southampton Common

En el sur de Inglaterra hay más sol. Sin duda. Es una de las ventajas de vivir acá. La gente está más acostumbrada al buen clima, a que no llueva tanto y a dar por sentada la presencia del gran parque que se ubica en el medio de la ciudad. Estilo Central Park en Nueva York. Diferente escala, por supuesto. Dependiendo del lugar donde entres, parece que te sumerges en un bosque para luego salir a explanadas completas llenas de florecitas minúsculas y áreas verdes para hacer lo que se te de, literalmente, la regalada gana.

Da un poco de curiosidad pensar que en Glasgow, los días con sol son...escasos. O los días en los que no llueva. Ni bien asoma un rayo de sol, es increíble ver a los chicos universitarios llenar las colinas del Kelvingrove Park...con botellas de sidra, sánguches y papitas.

A mi nunca me dejaron sentarme en el Parque Kennedy en el jardín a tertuliar con mis amigos, y pobre que se me ocurra admirar las florecitas más de cerca. Pero todo es cuestión de costumbres. Si supieramos cuidar las cosas de verdad, tal vez no tendríamos tantas restricciones. Hasta en la playa encontramos basura después de un día de bañistas. ¿Aprenderemos algún día?

A falta de playa...parque. Si señores, también se puede tomar el sol en el parque. ¡Buen finde!

viernes, 5 de junio de 2009

En el mar, la vida es mas sabrosa

Vamos a la playa, oh oh oh oh...

Vamos a la playa, oh oh oh oh...

Después del doble invierno escocés que tuvimos el año pasado (sí, un desastre...el verano fue una mera copia del invierno limeño), creo que esta vez me merezco un poco de sol. Claro que aca no es tan fácil como "bajar" a la playa o irse al sur en custer desde paradero de Atocongo. Con vendedores de sánguches o chifles. O vendedores de revistas. Y sombrillas y gorritos. Y gaseosas de dos litros para que te dure todo el día.

Pero siendo esta una islota, las posibilidades son bastante variadas. Nos fuimos a la playa de Troon en Escocia, porque para mi grata sorpresa (y la de muchos escoceses también), resultó que este fin de semana Glasgow fue el lugar con mas calor y sol del Reino Unido durante el fin de semana.


¡SOL! ¡ARENA! ¡MAR!

No venderan Glaciares, ni habrán barquillos...pero si hay quioscos con helados de la casa y hot dogs al paso. El mar, a pesar de estar tan al norte, estaba calientito... una delicia.

Llevamos sánguches, chelas, agua y obvio...bloqueador solar factor 25. Viendo que mis acompañantes son mas blanquecinos que yo, gané en la batalla del bronceado mas rápido. ¡¡Gracias genes peruanitos!! La chela se nos calentó por mas que la metimos al mar para que se enfrie. ¡No resultó! Por mas que tratamos, las re-ubicamos, nos re-ubicamos, nos paseamos por la orilla buscando corrientes mas frías...no había nada que hacer. Tuvimos que apurarnos con el consumo de alcohol. Obvio, yo soy una chofer responsable...así que me abstuve. (Véase ejemplo de segunda re-localización de botella de cerveza.)



La verdad, me decepcioné un poco. A estas playas les falta un poco de vida. El que vende chakiras y sánguches con mas de cien hilachas de pollo, la que vende falditas. En Barcelona, señoras asiáticas ofrecias masajes. Acá nadie te mira, jajajaja.

Muy bueno el fin de semana, sonidos de niños jugueteando en el mar, risas, brisa marina, el sonido de las olas...realidad en cualquier punto del planeta. Porque todos son iguales bajo el sol.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Levanta la mano, pues mamita...

Acabo de llegar del centro, porque claro, siempre hay cosas que hacer. No hay nada que hacer, el sistema de transporte (aunque no sea totalmente público), es super organizado, se ciñen a los horarios que salen en los carteles, y hasta hay páginas webs donde puedes planear tu viaje de ida y vuelta y te dicen a que hora vas a llegar y todo.

¿Envidiable?

Por supuesto, pero creo que hoy hice mi primer enemiga.

Estaba yo muy campante en el paradero del bus, esperando que llegue y en eso a lo lejos lo diviso. Obviamente, habiendo un carro delante, pensé que mejor era adelantarse y estirar la mano de una vez, no vaya a ser que no me vea. Porque claro está que si no levantas la mano, no paran. Osea, asi hayan ochenta personas paradas en el paradero, si nadie levanta el dedito...NO PARAN. Entonces no levante sólo la mano, levanté el brazo en conocido ademán limeño para detener a combi. (Claro que a las combis no hay ni que llamarlas, fácil te esperan en la esquina de tu casa...).

El bus de dos pisos (porque aca, ciertos buses son los típicos británicos de dos pisos...) como que sobreparó y empezó a seguir de largo...entonces yo enfrente prácticamente de la puerta... le hice un ademán a la que manejaba, pero se siguió de largo. Ah, no. Entonces como que a través de su espejo retrovisor lateral, se dió cuenta que había alguien que quería subir.

Me abrió la puerta y ni bien me miró, me dijo...(con cara de yo-soy-lo-máximo)
'Es que tienes que levantar la mano...'
'¡La levanté!'
'No lo hiciste, porque no te ví...'
'¡Claro que la levanté...!!'
'Te hubiera visto...'

Así que me dispuse a ponerle la peor cara de hartazgo que tengo en mi manual personal, y me fui al segundo piso a que se me bajen los humos. Me dió cólera, así de simple. Porque sé que levanté la mano. Además que me habló como si tuviera quince años.

Ahora...digamos que mi look de hoy no es muy de señora casada treintañera. Estoy con zapatillas oscuras, jeans gastaditos, polito a rayas, capucha gris y mis audífonos, obviamente, para escuchar los últimos hits del momento. Pero, a ver..tampoco tampoco. Ah, y mi bolsón negro lleno de cositas.

Al bajar igual le di las gracias. Porque aca todo el mundo agradece.
'Thank you' dije al bajarme en mi parada
'Cheers!' me respondió ella.

En fin, si no me la vuelvo a encontrar mejor. Tenía cara de pesadita la pobre. Claro, que si se quita esos lentes oscuros, tal vez vea mejor y le pueda ver mejor la cara al resondrarme, o tal vez ella pueda ver que estoy levantando la mano. Vieja loca.

jueves, 30 de abril de 2009

Maladies

A esta hipocondríaca por naturaleza, no le van bien estos tiempos. No, no, no que no. Mi carrera alternativa durante mi infancia y adolescencia fue el estar enferma en los peores momentos. En la época de exámenes mensuales, bimestrales, percentiles ortográficos...¡obras de teatro! Porque claro, en mi juvenil profesionalismo actoral, logré hacer una perfecta actuación de la obra de Los Saltimbanquis, en mi personaje de perro, con 39ºC de fiebre. Hay que ver mi dedicación a las artes escénicas, que si bien no han muerto en mi, yacen durmientes, quién sabe lo que me depare el futuro...

Pero vamos al grano. Siendo alérgica de nacimiento y asmática de herencia, pues las enfermedades respiratorias han sido el pan de todos los días. De más está decir que seguir el tratamiento de vacunas era mi rutina semanal; que si bien no la esperaba con ansia, me llegué a acostumbrar. Mi doctor (qepd), era super bueno, super dedicado, pero su escritorio era un verdadero desastre. Sin embargo, creo que después de tantos años de suplicio de jeringas, logré superar los puntos super bajos de mi condición y empecé a retomar una vida un pelo mas normal.

Típico de mi, al llegar a Barcelona y encontrar un cuarto, me vino una bronquitis de la patada. Así empiezan mis maladies en el viejo continente. Cambié el panadol por paracetamol, el nastizol por la propalgina y el flumil, y la cepacaína por la bucometasana. Porque claro, lugar al que voy, me TENGO que enfermar. Entonces el intercambio cultural no se basa solamente en lugares nuevos o gente por conocer, sino en medicinas por probar. Felizmente el redoxon y el robitusin son mundiales y aunque me encontré con otros jarabes igual de efectivos, nada puede cambiar el recuerdo de tomar richergan. Guácala. Nótese la intensidad de mis achaques en la foto, coloreados están mis elementos amigos en esos casos.


Obviamente, al cambiar de país de NUEVO (ufff..., me canso), me tuve que buscar otros medicamentos de "cabecera". Reemplazé entonces mi querida y fiel propalgina por el nuevo beechams plus, o lemsip. Acá si no hay reemplazo de flumil, así que sigo con mi querido inhalador peruanito. Ventide forever, oh yeah! Como dije anteriormente, el robitusin, hasta en la China. Así que bueno, aca ya tengo. Digamos que si bien mis enfermadades traspasan fronteras, los virus también. Horror.

De más entonces, está decir que con este tema de la gripe porcina, mis alarmas se han vuelto a prender. Porque claro, a los sistemas inmunológicos tan vapuleados como el mío (porque hasta cuando mi suegro se enferma, a los cuatro días caigo yo), mi única salvación es la precaución. Pero claro, tampoco soy tan enfermita como para salir a la calle con mascarita. Además por estos lares, si bien hay casos, no esta la cosa color de hormiga como lo estuvo en México.

En fin, de cuando en cuando tengo la pequeña recaída, pero obviamente son mis excesos. Ahora, me atrevo a comer lo que antes no podía y a ser un pelo mas relajada con mis temas enfermizos. Claro que nunca está de más tener mentholatum en la mesa o un par de strepsils (que reemplazaron mi bucometasana barcelonense) por si las moscas.

martes, 21 de abril de 2009

Riéndome en inglés

Cuando era chica, como ya comenté anteriormente, veía mucha tele. Pero los fines de semana, como que a la vagancia hay que darle ocupación, el zapping se volvía todo un arte, recorriendo siete canales (porque nuestra tele, no se por qué, no captaba UHF) buscando algo para pasar el rato.

Me acuerdo de los Detectilocos, Ricky Tosso, Carlos Alvarez. El fin de semana era tan simple como ver Risas y Salsa. A muchos les horrorizará, pero a mi me daba risa (no en los últimos años, claro está) y me divertía. Los personajes eran divertidos (ya ni me acordaba que habían vedettes), y en esos últimos años ya se empezaron a poner bastante malcriados, pero mal que bien, eran una representación de los estereotipos peruanos, o al menos limeños que tenemos hasta el día de hoy. Confieso haber sido fan de La Banda del Choclito, La guardia Serafina y El Jefecito.

De ahí el boom de los cómicos ambulantes, con ese humor cínico de la realidad nacional. Alguna vez me topé con ellos en el Parque Universitario. Hay que ver la cantidad de gente que se reía. Obviamente yo también. El humor de la necesidad. Burdo, un poco vulgar, sin pelos en la lengua y con sus ajos y cebollas. Actuaciones en medio de la calle para recibir una luca, una china, el sustento del día. Después les hicieron un programa de TV y les mataron el encanto. El chiste de ser ambulante es que no se tiene un escenario. El concepto se fue al agua.

No quisiera comparar, pero es inevitable. Acá hay muchos programas de humor. Humor tranquilo, fino, burdo, vulgar, como en cualquier otro sitio. Pero
Little Britain es un programa similar, con sketchs y personajes establecidos que hacen burla de cualquier estereotipo habido en esta isla. Para ser honesta, yo me mato de la risa. Especialmente porque me hacen acordar lo burdo que podemos llegar a ser, y lo fácil que es reirse de lo demás. Claro, sin llegar a ser malcriados ni llegar a las lisuras, obviamente.

Además, hay que tomarlo como una especie de intercambio cultural. Una vez que entiendes el humor de otro país, como que te sientes un poquito más cerca de entender a la sociedad, ¿no creen? Sigo en etapa de aprendizaje, que conste. Soy una esponja. Claro, hay que ver que en general, yo me río de cualquier cosa, eh. Soy fácil en ese sentido.

Acá no creo encontrar un cómico ambulante, no hay esa cultura callejera, del recurseo. Diversión al paso, en el micro, en la calle. Con o sin propina, compartiendo ese humor peruanísimo, digno de nuestra diversidad cultural. Pero lo cachosienta se te queda. Espero que traspase la barrera del idioma. Si hago reír a mi esposo con un chiste peruanito, pues ese será un punto más para el humor nacional.

P.D. Al que quiera averiguar mas sobre humores latinoamericanos, busquen al colombiano Andrés López. Me pasaron su stand-up que se llama La Pelota de Letras, que es un clásico. Además es para que se den cuenta lo similares que somos en sudamérica.

sábado, 18 de abril de 2009

El desayuno ideal

En mi casa de Lima, teníamos un árbol de papaya que caía sobre el patio del dormitorio de mis papás. Obviamente era del vecino, y la verdad, nos brindaba una sombra tropicaloide verdosa que fue interesante en mi infancia. Un día, sucedió lo inesperado. La papaya, con frutos y todo, sucumbió a su propio peso y reventó una explosión de sabor en el patio de nuestra casa. Pensamos que era un temblor, pero las papayas regadas decían otra cosa.

Después de mucho tiempo, de la nada, salió una papaya en otro patio que tenemos. Se elevaba muy delgada y de pronto empezó a dar sus frutos. The papaya returns. La historia de mi infancia se puede traducir en el consumo masivo de la papaya.

Que mejor que un buen jugo surtido, con su pan con mantequilla en la mañana para empezar bien el día. Me acuerdo mucho que era mi papá el que hacía el jugo todas las mañanas. Jugo de papaya, con un poco de platano y su toque de naranja (¿o tal vez era limón?), para darle ese sabor característico casero. No hay duda que el jugo era potente. Duraba toda la mañana. Lo he tomado hasta cuando he ido de visita. El desayuno no es el mismo sin el jugo bendito.

Es más, alguna vez me acuerdo que me lo mandaron en la lonchera y, obviamente, como siempre le suele suceder a una de pequeña, se terminaba chorreando, impregnando todo de color papaya y ese olor... este.... característico.

Me da nostalgia, porque acá, en las europas la papaya que llega es esa pequeñísima, del tamaño de la palma de la mano. Me acuerdo mucho que en el mercado de La Boquería de Barcelona, la venden como snack. Para mi la papaya, es el desayuno ideal. Pero esa papaya peruana (mi única referencia), esa grande, que hay que comprarla programando bien su uso semanal para que no se malogre, esa es la verdadera papaya.



En todo va bien, en jugo, en ensalada de frutas (con jarabe de goma, por supuesto); o salpicadita con azúcar. Como para un pre-lonchecito.

Una pena que la fruta acá sea tan pequeña, tan insabora, poco colora y demasiado durable. Lo cual me hace cuestionar cuantos químicos les echaran a las pobres para que te duren mas de una semana. Acá hay que adaptarse. Me niego rotundamente a empezar a comer cereal. Así que me aferro al yogurt de frutas y a mi diaria vitamina C, que con todo combina.

Pero mi jugo surtido, de sábado por la mañana, de compra semanal. Con sabor a nostalgia y a mercado distrital; con sus sonidos y colores. Ese es el jugo de campeones. Quién diría que iría a extrañar una simple fruta tanto, pero es que mi peruanidad es implacable. Hasta a la hora de desayunar, y mejor si va acompañado de un tamal.

lunes, 6 de abril de 2009

Mi boda Criolla

Nunca fui la eterna romántica, ni soñaba con tener una boda ideal, con miles de invitados y extravagancias. Sin embargo, alguna vez, con mi familia fuimos a un matrimonio. La típica boda del amigo de familia, con saludos en el salón parroquial. Abrazos, besos, tal vez una copita de champagne, y de ahi para tu casa. Pero, de esta ceremonia, me acuerdo mucho de la música. Así me enteré lo que era una Boda Criolla. Como que me gustó la idea. A golpe de cajón y marineras, con cánticos en tono de huayno y palmas en el coro. La peruanidad elevada a la enésima potencia.

La verdad, nunca pensé que me iba a casar. Menos con un escocés. Después de muchos pormenores, trámites y coordinaciones transcontinentales, decidimos casarnos en Escocia. Empezando porque mi esposo no es católico, casarme en mi iglesia de barrio iba a ser un poquito complicated. Además nos gusto la idea de que la familia peruanita se viniera para estos lares, y conociera las tierras celtas y de los reyes.



Optamos por un mix peruano-escocés para nuestro matriqui. Mi suegro, varias veces, me sugirió la idea de colocar banderas escocesas y peruanas en todas las mesas. Mi esposo y no nos aguantábamos la risa, pero es que nos imaginábamos el salón arreglado como si hubiera una conferencia de productos comerciales, qué se yo. Poco más y la mesita del coffee break. Hay que ver que mi suegro es super buena gente, así que decidimos que el hacía los recuerditos para los hombres, y yo los recuerditos para las mujeres. Porque claro, cada país tiene sus costumbres para los matrimonios. Acá es así:

La novia suele usar velo y tiara de fantasía,
La novia usa monedas de seis centavos en los zapatos para la buena suerte,
El novio usan el kilt del clan al que pertenecen (osea, el apellido),
El padrino es el mejor amigo del novio,
La novia tiene damas y si quiere la niña que carga las florcitas,
No existen los saludos en los salones parroquiales,
Un gaitero toca en la entrada de la iglesia, antes de la ceremonia,
El matrimonio en el Reino Unido es legalmente válido así se realice en una iglesia,
El acta matrimonial se firma en la misma iglesia en un saloncito aparte,
Las señoras se ponen sombreros en la cabeza,
Obviamente, los invitados hombres también usan el kilt de su familia,
En la recepción, el gaitero anuncia la llegada de los novios y toca la gaita hasta que se sienten en la mesa principal,
A las mesas les ponen nombres de lugares, de películas, o cosas comunes de la pareja,
En cualquier momento, se puede poner música típica y bailar lo que llaman céilidh,
Las fiestas no duran toda la noche, ¡JA!

Sin embargo, yo no quería usar velo. Además mi super diseñadora Beatriz me hizo un super vestido con detalles de bordados peruanos que iban a ser el hit del verano. Mi novio si se puso kilt, hubo gaitero en la iglesia, en la recepción; porque claro, para nuestra buena suerte, el best man (o padrino de la boda) toca la gaita como profesión. El nos hizo el favor de conseguirnos alguien para la iglesia, y el iba a tocar en la recepción.



A nuestras mesas les pusimos los nombres de todas las ciudades donde hemos estado juntos. A falta de huayno o festejo, bailamos céilidh, y nuestro primer baile fue al son de nuestros queridos Tindersticks.



Me faltó el resto de mi familia, me faltó mi grupo lindo de amigos que tengo; pero tengo amigos y familiares por estos lares y otros países que no veo hace mucho que pudieron venir. Lo que fue un super regalo en sí. La fiesta fue un hit total. El que compartía casa con mi esposo, nos hizo el favor de poner la música. A nuestro estilo. Así que entre él y otro contratado por los suegros, nos alegraron la noche y bailamos desde nuestras rarezas hasta Robbie Williams.

La costumbre dicta que toda la familia y los amigos cercanos, pasan la noche en un hotel o cercano o el mismo, para que a la mañana siguiente, todos tomen desayuno como una nueva familia. Es una idea muy dulce y lo hicimos así. Mis papás y hermana+esposo con mis suegros, los amigos de familia que nos hicieron el honor de venir y los amigos de ellos.

Nos divertimos un montón. Bailamos mucho mucho. Me dolieron los pies a más no poder, pero tuvimos una cena deliciosa (tuvimos que tener haggis, algo típico por supuesto), tuvimos steak pies en plena fiesta, lucimos una torta linda linda...que era de verdad y NO UNA MAQUETA (pero con florcitas traidas desde el Perú).



¿Los recuerditos? Para los hombres una botellita de whisky, claro está. Para las mujeres cajitas de madera traídas del Perú. Con detalles de textiles peruanos y wayruros.

¿Nuestra fiesta? Un hitazo. Comentada hasta más no poder.

¿Mi mayor ilusión? Que mi familia vea estos alrededores, que sepan dónde estoy y que vean que la vida acá es bastante similar a la vida por casa.

Nos salimos con nuestro gusto, y ahora, a un mes de nuestro matrimonio...por fin podemos ver atrás y todos los preparativos que tuvimos que hacer, y todas las cosas que tuvimos que pasar (especialmente en el plano de trámites), es como haber escalado el Everest.

Una boda criolla al estilo escocés. Habra faltado la musica afro-peruana y las salsas calientes (los CDs que llevé no funcionaron), pero lo logramos. Ah, claro, el plato fuerte no fui yo...fue mi cuñado...que por ser "usher" o paje del novio, se tuvo que poner kilt. Cholo con kilt. Éxito total.


mi cuñado

martes, 10 de febrero de 2009

Esa tele amiga

No fumaré, no beberé (osea...no en exceso, claro...), no tengo muchos vicios; pero si confieso a uno muy fuerte: La tele.

La tele y yo hemos sido amigas desde aquellos días en que me agarraban mis berrinches en mis épocas de nido, y me venían a recojer y llevaban a mi casa a la mitad de la mañana para apaciguar las aguas (el escándalo era horroroso); y lo primero que hacía era sentarme en frente de ese gran televisor blanco y negro para ver los dibujitos animados de rigor. En casa hay una foto mía sentada totalmente hipnotizada mirando la caja boba. Lo sé, lo sé...tantas horas perdidas mirando la tele. Pero no me arrepiento, he aprendido mucho. Que conste que en mis épocas de chiquititud no había cable...

He visto guerras, fraudes políticos, documentales sobre el mundo (que me alentaron a sacar la cabeza por la ventana para ver que pasaba fuera de mi burbuja), sobre la naturaleza; me enseñó a practicar idiomas, a entender culturas y puntos de vista, caídas de muros, apologías políticas; parodias de comedia, comedia de verdad, dramas, romance, libros hechos película (lo que me provocó a leer mas libros); olimpiadas, eventos mundiales, la celebración del milenio; noticias locales, nacionales e internacionales. Televisión basura (que a primera vista fue eliminada de mi programación personal), y televisión de verdad.

No hay duda que fui un dolor de cabeza. Agradezco el cariño y paciencia de mis padres. Por aguantarme en mi adolescencia los horarios exagerados de mi vicio, viendo películas hasta altas horas de la noche o documentales hasta el día siguiente. Es que cuando se te pega el vicio...¡se te pega! Así que entre mi insomnia y mi curiosidad por ver que más seguía después del programa que ya estaba viendo, mis horarios de sueño se trastocaron completamente. Pero acepté muy bien el hecho, porque me ayudó a trasnocharme cuando estaba en la universidad. No hay mal que por bien no venga.

El chiste es que el vicio no perdona ubicación geográfica. Así que acá me tienen. En el país de Shakespeare cayendo en mis viejos hábitos. Pero digamos que me ayuda a mantener mi contacto con el espíritu del lugar. Además aprendo a imitar los acentitos. Así cuando voy a la tienda no me miran como caída de gringolandia, sino como alguien que se empieza a asimilar cada vez un poquito más. Igual es inevitable, vamos.

Felizmente ahora hay controles remotos. Todavía me acuerdo de ir cambiando los canales de uno en uno sentada frente al Telefunken que teníamos en casa.

Para colmo de males, acá se tiene que pagar al gobierno para poder ver tele. Es una situación burocrática bastante cuestionable (creo yo), pero los habitantes de britanolandia lo asumen muy pero muy bien. Tenemos un amigo que canceló su licencia y se horrorizó el día que su televisión automáticamente reprogramó los canales. Porque claro, la antena siempre está ahí. Es como prohibirle a una radio FM que capte señal. Si está en el aire...¿cómo cobran? ¿Empezarán a cobrar por el aire también? ¿Pagos anuales o en cómodas cuotas?

Mi esposo no es fan de la tele. Lo cual me da rienda suelta a ver mis series favoritas, noticias, más noticias (soy como mi padre, una fan de los acontecimientos del día); una que otra película y documentales. Claro, ya no me amanezco. Digamos que a mi edad, pasada cierta hora...ya no jalo. Además con tanta información que encuentro en internet...ya no hace tanta falta.

Logró su cometido. Soy una enganchada. Me se las tonaditas de todas las propagandas de memoria. Me divierten y me rio. ¿Es que seré la Homero Simpson versión femenina? No tomaré cerveza Duff, pero de este sofá...¡nadie me saca!

sábado, 7 de febrero de 2009

Exotismos

Así como a los europeos les alucina la selva, los andes, el exotismo de nuestro gran continente latinoamericano; a esta sudamericana le alucina lo que nunca ha visto en su vida: la nieve, el frio polar (claro, de visita nomas...soy de costa y hay ciertas temperaturas que me resultan complicadas), extrañas lenguas que no se entienden ni en lo escrito y gente que no se parece a uno. Sentirme alien total me hace sentir que estoy tomando vacaciones de verdad.

Señoras y señores, les presento lo que para mi ha sido (hasta ahora) el país mas exótico que he visitado...¡FINLANDIA!


Hay que ver, que me considero una viajera...económica. Cuando he tenido la oportunidad de caer en casa de alguien, pues lo he hecho. Así que mochila en mano, caí en la residencia de estudiantes de la Satakunnan Ammattikorkeakoulu en la ciudad de Pori, a unas tres horas en bus de Helsinki. Porque hay que ver, que el sistema de buses en Finlandia...es IMPECABLE! Envidiable, amigable, puntual, super organizado...Claro que lo primero que aprendes a decir es KIITOS = GRACIAS.

El invierno super fuerte, pero hay que ver lo climatizado que esta todo. Saunas en la mayoría de las casas, es algo bastante común. Mi amiga (una alemana loca y super pataza, a la que quiero mucho mucho...) tenía un amigo que tiene sauna en su casa. Experiencia super relajante. Si bien con la madre de este chico (q.e.p.d.) sólo habla finlandés o suomi, como le dicen ahí, nos comunicamos todos super bien, y hasta ahora el idioma me intriga a más no poder.

Este amigo nos llevo a la playa de Yyteri, que es como EL lugar para ir a veranear. En mi vida había visto una playa congelada. Pero...CONGELADA. Caminar por la arena era como caminar por...una superficie resbalosa...de color arena. Valga la redundancia, claro está. Una de las tantas maravillas de esa playa, era el mar congelado. Claro, y como se congela, se agrieta. Al agrietarse, podemos recojer los pedacitos. Atención a la foto ci-dessous.


De más está decir que regresé una vez más. Me quedé hipnotizada al leer las palabras en finlandés, puras letras todas juntas. No pierden el tiempo ni al escribir, eh... Además que mi pata la alemana, siempre me recibió super bien, así que no podíamos perder la oportunidad de seguir paseando por el mundo, de ver castillos medievales y apreciar esas tiendas geniales de diseño nórdico.

Porque en trotamundos me quiero convertir, y si puedo aprender finlandés en el camino, lo intentaré. Claro, sin chotear mi lengua madre, que con tanta jeringa, a veces me pierdo en la riqueza de mis peruanismos.

viernes, 6 de febrero de 2009

Amigos de ocasión

Una de esas veces que me iba a Lima desde Barcelona, en el aeropuerto de Madrid, el vuelo estaba con retraso...y una que espera y que espera y que espera. Ya medio aburrida, pero alucinando que el avión no iba a estar completamente lleno, llegaron los pasajeros que faltaban.

Mi vecina, que había brillado por su ausencia, llegó cansada, asustada, y como con tres maletas de mano sin saber donde ponerlas. Al principio me lamenté porque ya no iba con el asiento del lado vacío, y como el aburrimiento iba a durar horas de horas (el vuelo Madrid-Lima no es exactamente cortito), decidí hacerle el habla. Mi compañera de vuelo, era muy particular en su manera de vestirse, así que no había pierde. Algo divertido iba a salir de este asunto.



No nos habremos hecho patas, pero se convirtió en una gran amiga de ocasión. Parloteamos hasta cansarnos - resultó que también vivía en Barcelona y que su enamorado era peruano, y que en entre esos paquetes que se traía encima suyo; venía una pantalla planta para su computadora...¡y la computadora!.

Llegamos al Jorge Chávez, y mi amiga de ocasión desapareció sin mayor pena ni gloria.


Un mes después, regresando a la gran Barna, en el aeropuerto, me la vuelvo a encontrar, enamorado en brazo y en el mismo vuelo que yo. Compartimos risas, saludos y un hasta pronto.

Lamentablemente, al llegar a Madrid (debido a un retraso insoportable en Lima), perdimos el vuelo de conexión a Barcelona, y la línea aérea decidió acomodar a todos los pasajeros "sin hogar" en un hotel del aeropuerto hasta el vuelo del día siguiente (con vale de comida, porque sino, chillabamos más - que hicimos el revuelo del siglo en Barajas).

Nos ofrecieron compartir dormitorio, porque en realidad no habia mucha opción. Al vernos las dos solas, decidimos ser "roomates" por una noche, y aunque suelo ser bastante reacia con gente "extraña", no la pasé mal y al despedirnos de Madrid (ella iba en otro vuelo), agradecí a los cielos que era una chica super decente, que me cayó super super bien, y que si me la encontraba de nuevo, ya en mi mente pasaría a la categoría de "amiga".

Porque claro, después de haber tenido que compartir espacio nocturno, como que toca ¿no?

jueves, 29 de enero de 2009

Mi amor por la bebida

Salir a un pub por estos lares se siente como un Oktoberfest constante. La cantidad de cervezas de todo tipo, ya sean ales o lagers, es impresionante. Sidras de manzana, pera, frutos del bosque, cervezas organicas, de cerezas, con aromas frutados, para vegetarianos... la lista es larga. Maltas, las importadas, las locales, las que se producen en el mismo pub. La cerveza de jengibre (ginger beer NO ES ginger ale), la ginger ale, las de australia y las tiendas especializadas que venden hasta cervezas mexicanas (no, no me refiero a las Corona).

La verdad, yo nunca he sido muy amiga de la cerveza. No diré que nunca la he tomado, porque sería una mentira super mentirosa. Es mas, me acuerdo de ese primer vaso de cerveza que probé en el quinceañero de una amiga de mi hermana a los doce años. Nada mal, amarga, fresca, pero me sentí como importante. Mi primer trago de alcohol en una fiesta. Claro, estaba pre-adolescente, todo me parecía genial. Excepto por el vestido rojo que llevaba esa noche. Un horror.

Cuando estuve en la universidad, salíamos mucho a La Noche. Era EL sitio. Tal vez y lo siga siendo. Con el patio para bailar, sus conciertos Mar de Copas, la canchita en la barra y ese par de chelas bien heladitas mientras uno bailaba al son de Los Fabulosos Cadillacs, algún que otro merengue, una salsa sensual del momento, o Los Piojos. Creo que en esos momentos, me adapté mucho al mundo cervecero y le entré al asunto. Aunque de cuando en cuando me compraba un "gin con gin", que en esos momentos era de los tragos más baratos del bar. Me enganché. Descubrí el mundo del cocktail, y creo que aparté a mi amiga chela para poder degustar del ron, vodka, piscos, y demás.

Alguna vez me gané el apelativo de XimeRon. Bien merecido, por caer bajo los efectos de un super brindis con ron que nos mandamos un dia antes de un concierto Mar de Copas. Cuando me acuerdo, me da risa. No olvidarse jamás de la sangría. Pero esa la relaciono mas con un almuerzo familiar o una pizza entre amigos, no se...

En Barcelona caí rendida al kalimotxo, el lambrusco y las claras. Con un par de amigas, cuando podíamos, los fines de semana nos comprábamos una botella de lambrusco por cabeza, y a disfrutar de la noche. De más esta decir, que como éramos estudiantes, teníamos un presupuesto bastante limitado. El lambrusco creo, suplía la necesidad de alcohol y era sensible con el bolsillo. Además que seré honesta...la cerveza...a veces me parece aburrida. Al menos con los cocktails hay variedad, hay color, hay procedencia...puede sonar un poco mas frívolo, pero me gusta tomar una bebida de color azul de vez en cuando.

Sin embargo, es dificil negar la gran calidad y cantidad de diferentes cervezas británicas, y sabores que pueden tener. Orígenes muy arraigados, que una tarde en el pub es una de las actividades preferidas por acá. Al menos, así lo veo yo. Así me gusta. Claro que acá, en Escocia, el whisky no puede pasar a segundo plano. De la cerveza, a un whisky.

Whiskys de todos sabores, de diferentes años, single malt, blended. De todo tipo. Unos más claros, unos más oscuros. Antes, yo pensaba que Johnny Walker no estaba nada mal, pero ahora creo que me inclino por el Glenrothes. Ah...ya estoy aprendiendo...no que no. Aunque creo que uno de los más populares es The Famous Grouse.

Entonces en un pub común y silvestre, muy de barrio hay: Ales, Beers, Whiskys, Colas, Ciders, Spirits. Para vegetarianos o carnívoros. Para todo gusto, para todo momento u ocasión. Hay cervezas invitadas, protagonistas, nuevas, las de ayer, hoy y siempre. Señor, señora, departa un momento con los amigos y disfrute del dulce sabor de... la sidra de la casa. Un par de hielos, por favor, que a veces, dependiendo del tipo de sidra, sabe mejor.


lunes, 26 de enero de 2009

Jefazos

No sé, por qué hoy me puse a pensar en todos los jefes que he tenido hasta ahora. La verdad, con la crisis, y con mi inaugurada búsqueda de trabajo y futura seguridad laboral en un país extranjero, me he puesto a meditar... ¿Cómo será mi próximo jefe? ¿Me podé poner zapatillas para ir a chambear, como siempre lo he hecho? ¿Podré bajar a la bodega a comprarme una gaseosita como quien mata el tiempo?

El trabajo que -casi- siempre he hecho, es bastante monótono, o tal vez un poco predecible. Sentarse en frente de una computadora, dibujando planos para el que así lo requiera. Lejos está, espero que no tanto, el sueño de la oficina propia, en donde ya no sea yo la que tenga que dibujar planos para otros...que ya llevo tres pares de lentes en toda mi carrera. Como que el astigmatismo mezclado con la miopía, no siempre me colaboran, que digamos.

He tenido jefes neuróticos, pacientes, condescendientes, divertidos, regalones, engreídos, con pataletas, gritones, endeudados y un poco estrafalarios. Los he tenido en oficinas grandes y pequeñas. Trabajos super interesantes y otros demasiado aburridos. Confieso alguna vez haberme encerrado en el baño de la oficina como quien descansa diez minutos de la tediosa rutina de la computadora. Alguna vez, uno me encontró chateando "a plena luz del día". Si el se conecta y habla con sus amigos, por qué yo no; pensé. Pero claro, el es el jefe.



Salvo en momentos muy muy específicos, no he tenido mayores problemas en el trabajo. Me acuerdo que alguna vez uno me gritó. Se me vinieron todas mis palabrotas al cerebro, pero opté por quedarme callada, mirarlo de pies a cabeza, contestar lo que él esperaba escuchar (obvio, me hice la idiota, a veces funciona bastante bien), e irme a mi sitio a seguir con mi trabajo. Si bien al día siguiente se disculpó, nunca me voy a olvidar el mal trato que tuvo aquella vez. Es que hay cosas que se quedan.

En Barcelona tuve uno que como no sabía ni contestar un email, pensaba que con el pulsar una tecla, le iba a construir un 3D de su diseño. No hacía mas que mirarlo, porque la verdad, explicarle como era que a veces se demoran las cosas, iba a tomar mucho tiempo. Nunca me pagó. Porque claro, todo estudiante que va a Barcelona, se muere por trabajar con él. Entonces "qué mejor pago que tener la experiencia de trabajar en este despacho". ¡Fuera! Al final me cansé. No se puede estar regalando el tiempo. Me había regalado dos pares de zapatos tipo bailarina que el había diseñado. Lo tomé como un pago que me duró buen tiempo. Entre una amiga y yo, nos turnábamos los zapatos hasta que los destrozamos. Bien aprovechados, al menos.

La que siguió fue una donde aparte de las dos socias, era yo la multitareas. Me encantó. Paseando por las calles con muestras de colores, alfombras, telas, lo que sea. Yo iba. Tuve mis momentos de frustración, pero aprendí mucho. Mi jefa me daba mucha rienda suelta, y le agradezco bastante. Ponía su ipod nano a todo volumen, con música de todo tipo. TODO tipo. Radiohead en version reggae. Radiodread, después me enteré que se llamaba. Extraordinaria.

Pasé por otra oficina, donde había mucho alboroto, mucha camaradería, mucho catalán y mucha buena onda. Siempre termino siendo la satélite, no sé por qué. Trabajaba en ese lugar, porque estaba ayudando a la esposa de uno de los socios a hacer un proyecto. Sin embargo hice un par de buenos amigos muy variopintos. Cuando hacia sol, almorzabamos en el patio, y fui parte de una fiesta de navidad con un intercambio de regalos divertidísimo y un jamon serrano super delicioso.


Espero que en mi próximo trabajo me vuelva a encontrar con colegas tan buena onda, jefes relajados que te suelten un poco las alas y una bodega al lado. Digo, como para amenizar las mañanas.

lunes, 12 de enero de 2009

Amigas online

La primera vez que instalaron el modem en casa, sentí que nacía una nueva era en mí. No el simple hueveo, pero el "webeo". Seriamente, quién se imaginaría que después de haber hecho las tareas del colegio escuchando mi super radio, que gané en una rifa, con todos mis libros abiertos y enciclopedias; iba a mutar en sentarme con la computadora en frente, leyendo como loca y aprendiendo a surfear la web.

Desde chica, siempre me gustó la idea de tener amigos por correspondencia. Me acuerdo mucho de una sección que tenía El Comercio, para hacer amigos por carta. Tenía trece años. Hice un amigo, a unos cuantos distritos de distancia, y si bien intercambiamos un par de cartas, no pasó a ser más interesante porque, obviamente, tenía otras ocupaciones.

Cuando terminé mi curso de inglés, empezé a tener "pen-pals" a través de revistas, donde intercambiamos posters de nuestros artistas favoritos y comentábamos lo diferente de nuestras culturas. Tampoco sobrevivió mucho el asunto, porque valgan verdades, soy de aburrirme rápido y creo que empezé la universidad y después del primer ciclo, me convertí en una esclava del cartón paja, el UHU y los sprays texturados.

Sin embargo, con el tiempo, y con el webeo ya implantado en mi cerebro; logré zambullirme en un nuevo pasatiempo. Los foros. Digamoso que hace seis años, presenté una pequeña obsesión por un programa de televisión de culto, que si bien no tuvo el impacto que tuvieron aquellos que tuve en la adolescencia, se convirtió en un hobby en tiempos de estrés tesístico.

A través de estos foros, logré hacerme de un grupo de amigas con las que, a pesar de la diferencia de lengua y cultura, teníamos mucho en común. Así que, ya convertida en un solo ente con el chat, nos pasábamos horas de horas conversando en la madrugada. Nótese la ausencia del modem DSL y/o inalámbrico en ese entonces, haciendo de esta tarea una labor de inteligencia de mi parte para no obstruir ni la salida ni la entrada de llamadas al teléfono familiar. No siempre funcionó, lo que me convirtió en persona non grata por mucho tiempo en mi casa.




Con el tiempo, la amistad en línea, fue creciendo. De más está decir que en dos años consecutivos, decidimos juntarnos (habiendo ya pasado por la etapa de la desconfianza, el sentirse en confianza de nuevo y el descubrir que nadie era un viejo pedófilo sentado en su computadora sin nada mejor que hacer que disfrazarse de veinteañera), en una ciudad semi-neutra para todas y pasar una semana tonteando, visitando, turisteando y demás. Nueva York se convirtió en nuestro primer punto de encuentro, y tal vez sea la ciudad más significativa que podamos tener.

Han pasado ya muchos años, y ya vamos 2 matrimonios y medio, doctorados, mudanzas a través del continente, graduaciones, trabajos nuevos, y quién sabe dentro de poco, sobrinos. Conocemos nuestras familias como si hubiéramos crecido juntas. Tal vez la dedicación no sea la misma que se tuvo en el principio, y si bien hemos perdido un par de integrantes y ganado otras, el cariño siempre estará ahí. Es que es obvio que todos crecemos y evolucionamos tal vez en otras direcciones. Podré no estar de acuerdo en las opiniones políticas de un par de ellas, pero nunca está de mas ese email mandándonos comentarios sobre la vida diaria y chistes que sólo nosotras siempre vamos a entender.

Esta ha sido mi primera, y tal vez última argollita internacional online. Fotos habrán siempre miles, y felizmente veré a un par de ellas en unas cuantas semanas. La verdad, no puedo esperar de la emoción.