domingo, 18 de marzo de 2012

Crónicas Peruanas

Esto fue como preparar El viaje del niño Goyito:
Motivo de viaje
Avisar a la familia y amistades
Buscar pasajes y organizar itinerario (viaje con suegros) - en esta oportunidad quisiera agradecer a mi auspiciador KLM por proveernos de tan buen vuelo de ida y un desastroso vuelo de vuelta.
Sobrepasar nuevamente el creciente pavor a los aviones
Despedirme del invierno (permanente) para llegar al verano limeño

Lo primero que programé en mi itinerario personal fue:
Tomar chicha, jugo de papaya y maracuyá
Comer salsa a la huancaína recién hecha y ají fresco
Tomar Inca-Kola y comer anticuchos de carretilla (no lo logré)
Comer helados D'onofrio y Laritza (tampoco)
Subirme a una combi y enseñarle a mi esposo que el tráfico se aprende a soportarlo - esto si fue como pedirle peras al olmo, pero algún día hasta se anime a subirse al Metropolitano.

De vuelta al barrio parte II.

Si bien no me llegué a subir a una combi en TODO mi viaje (salvo buses turísticos), si logré hacer de chofera y pasear a la familia extendendida por los barrios limeños y sortear el tráfico con mis amigos transportistas. Me hice amigos taxistas, que me dieron en paso en momentos tensos cuando llevaba ciudadanos británicos no acostumbrados al terror en las calles y enemigos cobradores de combi, que si bien los respeté en algún momento, les dije su vida en colores cuando el momento lo ameritó. Agradecí que mis suegros no entienden ni michi, sino mi imagen se terminaría de ir por los suelos. El punto positivo fue ver que ya no usan demasiado el claxon y hasta hacen caso a las señales de tránsito.

Aprovechamos de hacer super tour por Paracas, aves güaneras, pingüinos y  lobos marinos incluídos. Combi turística con recogida y guía local pintoresco como premio. Momento feeling en pleno desierto mientras construíamos entre todos una apacheta. Bote a mil por hora con capitán super flash y chalecos salvavidas naranja neón, será la moda en altamar.

Las Ballestas
Aves güaneras
La Catedral - post terremoto del 2007

Dos semanas para ver un país tan variopinto como el nuestro la verdad no son suficientes. En mi caso es diferente: Yo voy a disfrutar de mi familia y amigos, lo demás está incluído. Me paseé por Barranco un poquito, no lo suficiente pero fue riquísimo caminar bajo los ficus de la Pedro de Osma. Caminar por la plaza central y ... ¿Qué? ¿STARBUCKS en Barranco? ¿Juanito ya no existe? ¿Oe qué?

En fin. Muchas sorpresas de barrio.

Un ida y vuelta al Cuzco para disfrutar de la maravilla del mundo (donde nos torrenció y nos embarramos y nos empapamos, pero nos divertimos) y un día de playa setentero para coronar el viaje.

Mate de coca
Machu Picchu antes de la lluvia

De vuelta a la costa regresamos al desierto y al calor húmedo-asqueroso de Lima. Digamos la verdad, lo extrañé. Por estos lares no vale la pena salir en sandalias mucho porque los dedos se te congelan.

Aproveché de ver a mi familia y de ver a los amigos. Dar una vuelta por los bares y salir a picar algo. Corto pero lindo. La próxima me gustaría ir un mes. Después de tantos años, espero poder recrear - nuevamente - un buen jugo de papaya, que en realidad es una de las cosas que mas extraño. La maracuyá acá si no es igual, así que caballero. De cajita nomás.

Mark en la Costa Verde
Pucca forever
Me fui feliz como perdiz de haber gozado visitas a amigas, familia, Cieneguilla  y hasta al teatro. Oh  yeah. 

Me traje chocolates, chocolates, sobres de condimentos, ajíes Alacena y demás implementos alimenticios. ¿Mi momento top? Como siempre, los benditos temblores y yo saliendo despavorida a altas horas de la noche en paños menores, alertando de paso a todos los miembros de mi familia. 

Como si nunca me hubiera ido.

sábado, 10 de marzo de 2012

Vannier como ringtone

Lo sé. Después de muchas lunas vuelvo al ruedo. Tranquilo Bobby, tranquilo. No se me amotinen que las novedades son interesantes pero no muchas.

Este finde estamos en la gran Escocia. No tan muertos de frío pero con una brisita un tanto..."refrescante". Nos lanzamos y tan aventurera yo, nos fuimos a cletear por un caminito boscoso detrás de la casa de mis suegros. Digamos que ya no estoy tan acrobática como antes, pero me encantó. A pesar que mis piernas se empezaron a quejar un toque, le di más duro. Con furia.

Bien recia yo, me puse mi chalina y una chompa con capuchita. Por si las moscas. No contaba con la astucia del caminejo este que tenía agua en algunos costados. Terminé salpicadísima de barro.

Pero al mal tiempo buena cara. Se puede decir que estoy 90% aclimatada. Tanto así que con 10C de temperatura, soy de las que comenta: "Uy, qué rico. Hoy no hace frío". RARRRRR. Hombre, ya tocaba.

Fotito de rigor. Con mi bicla cuando se estaba empezando a salpicar de barro.