martes, 2 de diciembre de 2014

Recapitulando V

Estimado lector, he tirado al olvido mi blog.

Sí, me convertí en una estadística más en la cual actualicé como loca por tiempo pero luego la vida se puso interesante. Calma, que ahora los pongo al día:

El 2014 se nos pasó volando. Pasando los días entre las idas y venidas de la guarderia con mi frijolita, balanceando el trabajo y la vida de familia. Entre días, tratando de organizar salidas de finde a ciudades cercanas...

The Angel of the North - Newcastle
La frijolita cumplió su primer añazo, asi que tocó hacer la merecida fiestuqui. Claro que no la hicimos en casa, sino que llevamos la fiesta a Escocia para que los primos, tíos y demás parentela estuvieran presentes. Llegaron los infaltables abuelos peruanos y se armó el tono.

Muy afanosita yo, me mandé con la torta. Acá así pastelerías que vendan tortas frescas son suuuuuper escasas, sino inexistentes. Puedes mandar a hacer tu torta, pero Semifredo de lúcuma no hay pues, no insistas. Hacer la torta no fue lo difícil, sino asumir la responsabilidad de que esté bien hecha, bien cocida, que sepa rico y que no indigeste a nadie. De ahi la decoración, como se puede apreciar, basada en el libro du jour de M: The Very Hungry Caterpillar (ó La Oruga Muy Hambrienta). Como pueden apreciar, fieles muchachos, el acabado de la masa no es finísimo, pero hay mucho amor. Mucho amor. Al final todos se la comieron y alcanzó y sobró.

En plano trabajo, tuve la oportunidad de irme a España (Girona) con el equipo para hacer team building - que nunca cae mal. BRUTAL, BRUTALISIMO, QUE NERVIOS NO SE, CASI ME DA VERTIGO, PENSE QUE ME IBA A CAER, pero lo pasé super y tengo las fotos y soy feliz, jaja. Claro, soy honesta...no la repito.


Nótese el pequeño globo, estábamos bien arriba...
De ahí vacaciones familiares en bungalows en el bosque para finalmente viajar a Lima para bautizar a M y PASAR UNA NAVIDAD VERANIEGA. Riquísimo regresar a casa, dormir entre zancudos limeñísimos y salir a pasear por el malecón con la brisa marina. Claro que la visita resulta diferente cuando uno viene con una nena de menos de dos años. Ya las salidas terminan a ciertas horas familiares y recorriendo parques para el libre esparcimiento. Hay que ver dónde va uno a comer para que ella coma también, si hay sitio para el cochecito, a ver si aguanta caminando o a ver como la vamos cargando entre los dos.


La mesa con los bocaditos y la bola de oro
Vi a mis patas del cole, a mi mafia de la universidad y familia completa. Salió todo muy lindo y hasta fuimos al cine. Felizmente los abus a la mano para hacer de niñeros. Los días se nos pasaron en un cerrar de ojos. No comí tanto como esperaba porque tuve un percance médico que traje desde el UK que comentaré en una próxima entrada.

FELIZ 2015 Y HASTA LA PROXIMA.

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