martes, 15 de febrero de 2011

Recapitulando II

¡Había llegado el momento de empacar! Después de más de 18 meses en Southampton, tocó cambiar el chip y aceptar que nos teníamos que empezar a encajonar nuestra vida. La aventura Southamptoniana se había acabado. ¡Adiós pueblucho, bienvenida a la gran ciudad! Destino: Leeds - West Yorkshire.

Cajas recicladas de la mudanza anterior
Investigué mucho. Para saber a dónde nos íbamos a mudar, obvio microbio. Como buena traumadita que soy, lo primero que busqué fueron los niveles de crímenes en ciertas zonas de la ciudad, las zonas con mayor cantidad de tiendas locales y espacios de esparcimiento. Tan adulta, yo. Pero es que vale la pena, especialmente cuando no conoces a nadie que te pueda dar una pauta y si al que le preguntas es el que te quiere enyucar el departamento "mejor ubicado de la ciudad" (léase agente de bienes raíces).


Vimos DE TODO cuando empezamos a buscar departamento nuevo. Nuevo, viejo, casa, reformado, no reformado, destartaladito, con encanto, asquerosos, bohemios, estructuralmente deficientes y demás. Al decidirnos por uno, empezamos a calcular si lo que teníamos nos iba a entrar en el nuevo. Digamos que el depa de Southampton era...generoso. El nuevo, si bien era reformadito y super nuevo, era pequeñuelo.

La plantita la tenemos desde que nos casamos...
Cuando nos mudamos de Glasgow a Southampton tuvimos ayuda. Mucha ayuda. Para cargas cosas, cajas y especialmente el televisor del año del Rey Pepino que tenemos (mientras funcione, no vemos la necesidad de comprar uno nuevo). Todavía podía manejar...(siendo residente sólo me aceptan que maneje con mi brevete peruano un año mientras saque el del UK, pero yo mas floja nunca lo saqué - ahora tengo que tomar el exámen, guak) y nos organizamos super bien.

Esta vez, estábamos con muchas más cosas - especialmente muebles - y no tuvimos mucha ayuda. Así que decidimos deshacernos de muebles viejos y empacar todo lo demas, a ver si entraba o qué. Me convertí en Hulk y empezamos a cargar muebles, estanterías y organizar alquiler de camioncito para trasladarnos. Aparte que cada día previa-mudanza, como por "deporte" me ponía a empacar vasos, copas, platos, y demás. 

Como nos íbamos a ir un finde a ATP, dejamos un par de cosas, como para cocinarnos un día o unos platos por si pedíamos pizzita. Esos últimos días fueron una LOCURA. Entre el empaque para la mudanza y el otro empaque para el festival, terminamos fulminados.

Nuestra vida en ruedas
Era como hacer un tetris en la vida real. El sofa parado, el otro echado, la silla en un lado, la otra desarmada, etc. Rompecabezas, pues. Pero el camioncito aguantó y logramos meter todo. No dejamos más que una guía de teléfonos destartalada (se nos había acabado el papel de periódico y no se me ocurrió mejor cosa que destrozarla), el departamento IMPECABLE (nos lo entregaron hecho una desgracia) y con las ganas de entrar en el nuevo. ¿Lo mejor del nuevo? Tenía ventanas nuevas, lo que quería decir que no íbamos a sentir frío en el invierno - oh yeah!

Lo que extrañaré...estar tan cerca a Londres, cerca al agua, cerca a bosque y el poder ver venados cruzando la vereda desde la ventana.

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