martes, 9 de septiembre de 2008

Músicos Ambulantes

Así como Lima tiene a un Jirón de la Unión, Barcelona las famosas Ramblas (de caracter más turístico) ó el Passeig de Gracia...Glasgow tiene Buchanan Street.

Es una calle muy larga, con suelo de ladrillitos de rigor; toda ella convertida en paseo que te lleva desde el Royal Concert Hall, hasta la estación de St. Enoch. Tiendas por doquier: desde un centro comercial hasta una pequeña tienda de comics. Sí, también hay un Starbucks.

Aquí se ubican los clásicos músicos ambulantes.

Dentro de mi extranjería permanente en esta ciudad, me puedo permitir el que hasta la mosca que me vuela encima de la cabeza, me divierta y me parezca fuera de lo ordinario. No fue la excepción ver a un típico músico ambulante por estos lares: el gaitero. Sí señores. En Perú tenemos a nuestros niños y grandes con zampoñas y quenas en el micro, acá sobran las gaitas. Usualmente se visten con su traje típico, de kilt según el clan al que pertenecen (clan me suena un poco anticuado, pero así se les denomina a los apellidos típicos... como Campbell ó MacDonald). Cualquiera se puede cachuelear en la calle, tocando un par de músicas tradicionales que atraen a los turistas que suelen predominar por estas calles comerciales.

Pueden estar solos, en grupos de tres, o conformar un ensemble completo, con el traje más típico de todos, y añadir un par de percusiones para darle un mayor efecto. En pocas palabras, buenazo.




Grande fue mi sorpresa, cuando el otro día, disfrutando del sol de fin de verano (que se ha visto muy poco por acá), vi a un grupo de personajes andinos, tocando una melodía muy similar al Cóndor Pasa. Me fui corriendo a ver si podía distinguir el origen andino más específico... pero me pelé. Era mas bien una mezcolanza (sic) de indios norteamericanos con los andinos y bueno...no sé. Si es bueno para el negocio...tal vez no esta mal. De alguna u otra manera, promocionan una parte de nuestra cultura.



Si me sorprendió verlos por acá, porque si bien Londres es mucho mas cosmopolita y grande y vi muchos latinos por ahi, acá la cosa es un poco distinta. La verdad...no he visto muchos. Es mas...no he visto ninguno por la calle. Lo cual es raro para mi, porque después de haber vivido en Barcelona, donde hay hasta bodegas con doña pepas y coronitas...acá...ni la sombra.

Me remonta al centro de Lima con sus cómicos ambulantes - que son la mejor diversión al paso que alguna vez ví en el Parque Universitario. Porque la verdad, aparte de los músicos que se suben a los micros/custer - al fondo hay sitio - , no se si alguna vez me haya topado con algún músico callejero en alguna esquina.

Creo que la diferencia radica en la necesidad de sobrevivir versus el simple cachuelo que estas performances pueden representar para algunos. El mejor acto en un micro que presencié fue el de un chico vestido de payaso, hace muchos años ya, en la famosa 52. La que va por toda la Salaverry. Se confesó un padre de familia obligado a recursearse para mandar a sus hijitos al colegio. Verdad...mentira...quién sabe. Pero no se dejó aplastar por el recelo que todos tuvimos cuando empezó su acto. Al final, tuvo hasta aplausos y no podíamos parar de reír. No hubo uno que no le diera aunque sea unos centavitos. Un éxito.


Perú, Escocia. Todos se la buscan.


Lo que se llevó el premio de este paseo semanal por la calle...fue encontrar al chico que conocí en una parrillada hace un par de semanas, cachueleándose tocando el cajón y guitarra cerca a la estación de St. Enoch. No woman, no cry...versión criolla.


Lo más.

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