sábado, 7 de febrero de 2009

Exotismos

Así como a los europeos les alucina la selva, los andes, el exotismo de nuestro gran continente latinoamericano; a esta sudamericana le alucina lo que nunca ha visto en su vida: la nieve, el frio polar (claro, de visita nomas...soy de costa y hay ciertas temperaturas que me resultan complicadas), extrañas lenguas que no se entienden ni en lo escrito y gente que no se parece a uno. Sentirme alien total me hace sentir que estoy tomando vacaciones de verdad.

Señoras y señores, les presento lo que para mi ha sido (hasta ahora) el país mas exótico que he visitado...¡FINLANDIA!


Hay que ver, que me considero una viajera...económica. Cuando he tenido la oportunidad de caer en casa de alguien, pues lo he hecho. Así que mochila en mano, caí en la residencia de estudiantes de la Satakunnan Ammattikorkeakoulu en la ciudad de Pori, a unas tres horas en bus de Helsinki. Porque hay que ver, que el sistema de buses en Finlandia...es IMPECABLE! Envidiable, amigable, puntual, super organizado...Claro que lo primero que aprendes a decir es KIITOS = GRACIAS.

El invierno super fuerte, pero hay que ver lo climatizado que esta todo. Saunas en la mayoría de las casas, es algo bastante común. Mi amiga (una alemana loca y super pataza, a la que quiero mucho mucho...) tenía un amigo que tiene sauna en su casa. Experiencia super relajante. Si bien con la madre de este chico (q.e.p.d.) sólo habla finlandés o suomi, como le dicen ahí, nos comunicamos todos super bien, y hasta ahora el idioma me intriga a más no poder.

Este amigo nos llevo a la playa de Yyteri, que es como EL lugar para ir a veranear. En mi vida había visto una playa congelada. Pero...CONGELADA. Caminar por la arena era como caminar por...una superficie resbalosa...de color arena. Valga la redundancia, claro está. Una de las tantas maravillas de esa playa, era el mar congelado. Claro, y como se congela, se agrieta. Al agrietarse, podemos recojer los pedacitos. Atención a la foto ci-dessous.


De más está decir que regresé una vez más. Me quedé hipnotizada al leer las palabras en finlandés, puras letras todas juntas. No pierden el tiempo ni al escribir, eh... Además que mi pata la alemana, siempre me recibió super bien, así que no podíamos perder la oportunidad de seguir paseando por el mundo, de ver castillos medievales y apreciar esas tiendas geniales de diseño nórdico.

Porque en trotamundos me quiero convertir, y si puedo aprender finlandés en el camino, lo intentaré. Claro, sin chotear mi lengua madre, que con tanta jeringa, a veces me pierdo en la riqueza de mis peruanismos.

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